Y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad. Col.2:10.
Literalmente el texto nos quiere decir: “en él habéis sido completados” . (Cf. Efe. 3:19; 5:18.) Es decir dentro de la esfera de Cristo el hombre no sólo puede ver su meta de perfección, sino también puede percibir poder para alcanzarla.
La semejanza de Cristo en nosotros es una gran verdad, practica.
Yo no soy simplemente una cosa que Dios ama, creada para ser el blanco de las tentaciones de Satanás; soy un hijo de Dios, engendrado para una esperanza viva, grande y por la inmortalidad y llena de gloria que nos da Cristo después del juicio.
Debemos morar en Dios, y Dios en nosotros.
La pureza en nosotros es como la pureza en Dios; el amor en mi corazón es un principio viviente, como el amor en el corazón de Dios; y todos los tesoros del cielo están a mi disposición porque estoy redimido con la sangre del cordero. . .
Somos hijo y hijas de Dios. Satanás es el destructor es la personificación de la maldad y Cristo el resucitado es la personificación del amor eterno. El nos hará partícipes de la santidad.
Dios no considera livianamente el pecado, sino que trata de rescatarnos del pecado. No hay en Cristo ásperas y severa repulsa o resentimiento; y si tenemos el carácter de Cristo tendremos su semejanza, esto es el amor en acción.
No se nos fuerza a la santidad sino que. . . él desea que imitemos su carácter, que lo admiremos y que seamos un reflejo de el -puro, veraz, generosos y amante. . .
La felicidad esta compuesta de pequeñas y grandes cosas. . . Si queremos llegar a ser como Cristo y recibir un carácter semejante al suyo, en las cosas pequeñas debemos ejercitar el alma a la santificación diaria y progresiva.
No tenemos tiempo que perder, e
Precisamente así el Señor está tratando con nuestra almas. . . La nueva vida es implantada por el Espíritu Santo con esmero a la semejanza de la de Cristo, es un proceso paulatinamente poco a poco en progresivo avance en Cristo Jesús.
Los actos forman los hábitos y los hábitos constituyen el carácter. No hay temor de pasar por alto las cosas grandes, pero hay peligro en pasar por alto y subvalorar las pequeñas. (Carta. 25 A, 1895).
Maranata
Gracias
por sus oraciones por mi amada esposa. Esta mejor.
Luis
José de Madariaga.
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segunda venida apocalíptica
La
Biblia a través del tiempo.
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