jueves, 4 de julio de 2013

PONIENDO A DIOS EN PRIMER LUGAR.


Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. (Mateo. 6:33).

Sabemos que necesitamos más fe.  Sabemos que deberíamos pasar más tiempo estudiando la palabra de Dios.  Sabemos que necesitamos orar más de lo que lo hacemos. 

 Sin embargo, ¡son tantas las cosas que nos absorben el tiempo!  Debemos recordar, más a menudo las palabras de Jesús de que debemos poner a Dios en primer lugar.

Si eres estudiante, ¿estas tentado a dejar que tus materias ocupen el tiempo que deberías emplear en el estudio de la Biblia? ¿Deseas sobresalir intelectualmente?  Entonces considera esto: "Como medio de educación intelectual, la Biblia es más eficaz que cualquier otro estudio puede impartir facultades mentales como las que imparte el esfuerzo hecho para abarcar las estupendas verdades de la revelación (La Educación p. 120)

Si estas casada, la palabra es el mejor consejero para educar a tus hijos y acerté feliz en tu matrimonio, si es que tu marido comparte tu misma fe.
Si as entrado en una edad avanzada, tu mejor amigo y consejero es la palabra de Dios.  ¿Abecés estamos tan ocupados en tantas cosas buenas, que nos olvidamos de Dios. 

Conozco a pastores que ni siquiera hacen la E.S. saben tanto de teología que no estudian la palabra de Dios. ¿Todos estos casos que he mencionado no tienen tiempo para orar cuando empieza la mañana? ¿Por qué¿ porque por la noche -a veces vais a casa muy tarde, cansados y no tenéis ganas de leer la Biblia, pero si para encender el T.V. y dejáis a Dios en el último lugar.

Después os preguntáis por que las cosas os van mal, y Dios os contesta, porque  me habéis dejado, volveos a mi, y yo me volveré a vosotros. El Señor siente mucha compasión por los que sufren esta decadencia de sus hijos. ¿Que pecados son demasiados grandes para que él no los perdone? Es misericordioso; por eso está infinitamente más dispuesto a perdonar que a condenar.  Es benévolo y no busca el mal en nosotros; sabe de qué estamos hechos; recuerda que somos tan sólo polvo.

En su ilimitada compasión y misericordia perdona todos nuestros yerros; nos ama abundantemente cuando aún somos pecadores. (2º M.S. 265).  "El amor de Dios aún implora al que ha escogido separarse de él, y pone en acción influencias para traerlo de vuelta a la casa del Padre. . . Esa es la esperanza de muchos padres, cuando ven a sus hijos tomar el camino equivocado.  

La esperanza es lo último que se pierde, es por eso que nuestro Dios nos ha dejado grandes y maravillosas promesas. . .La misericordia y compasión del amor divino, a manera de una cadena de oro, rodea a cada alma en peligro. (PVGM. p. 159). 

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