El fariseo, puesto en pie, oraba
consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como
los otros hombres, ladrones, injustos, adúltero, ni aun como este
publicano. Luc. 18:11-12.
Si pensamos un poquito, y
reflexionamos, es el reflejo de un cristiano que guarda los
mandamientos de Dios. Si somos sinceros con Dios y con nosotros
mismos, tenemos mucho parecido.
Y si lo vemos bajo la perspectiva de
un judío, también nos vemos a nosotros, porque guardamos su ley.
Dios quiere corazones sinceros, hombres que sean fieles como la
brújula al polo norte.
Hay gente humilde que depende de la
misericordia de un Dios grande.
Que no posee conocimiento, ni siquiera conoce el nombre de Dios, que no son como el fariseo, y en su sencillez claman al Dios de Abraham.
Que no posee conocimiento, ni siquiera conoce el nombre de Dios, que no son como el fariseo, y en su sencillez claman al Dios de Abraham.
No seamos como el fariseo, ya
que el continua enumerando los defectos que no posee, confiando en
que así será más estimado por Dios.
Y presenta una lista de algunos pecados de los cuales no es culpable.
Y presenta una lista de algunos pecados de los cuales no es culpable.
Esta agradecido por sus
propias virtudes y no por la justicia y la misericordia de Dios.
Está
agradecido de que mediante su esfuerzo diligente se ha mantenido
estrictamente dentro de la letra de la ley, pero desconoce totalmente
el espíritu que debe acompañar a la verdadera obediencia para ser
aceptable a Dios.
En una reunión estaba presentes hombres de
negocio, jueces, hombres de letras, para conmemorar su genealógica
en la cual todos se felicitaban de ser descendientes de Escoceses, se
le invito a un capellán que orarse y oro de la siguiente forma:
“Señor, justifica, si ello es posible, la alta estima en que nos
tenemos: Desgraciadamente, no se puede justificar tal oración. El
apóstol Pablo reúne unas citas del A.T. En su mayoría viene de los
Salmos, que nos da una perspectiva del ser humano.
“No hay justo,
ni aun uno; no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios. Todos
se desviaron, a una se hicieron inútiles” “ No hay quien haga lo
bueno, no hay ni siquiera uno.
Sepulcro abiertos es su garganta;
“como la lengua engañan, Veneno de áspides hay debajo de sus
labios.
Su boca está llena de maldición y de amargura. Sus pies se
apresuran para derramar sangre; “Quebranto y desventuras es su
camino; “Y no conocieron camino de paz.
No hay temor de Dios
delante de sus ojos” (Rom.3:10-18). Este es el hombre, así como
Dios lo ve. Y por sí mismo no puede librarse de su condición.
El
publicano así lo reconoció cuando dijo: “Dios, sé propicio a mi
pecado” (Luc. 18:13). La misericordia de Dios da respuesta a la
necesidad del hombre. Esa respuesta la encontraremos en ls Biblia,
que es el Evangelio eterno.
MARANATA.
http://meditacionesmatinales.blogspot.com
http://lecciones-biblicas.blogspot.com
http://judaislacris.blogspot.com
http://historiaybiblia.blogspot.com
http://segunda
venida apocalíptica
http://viajes
a través del tiempo y del espacio
NOTIFICACION A LOS
LECTORES.
Notificación:
Estimados lectores de este blog. Oren mi salud y por este proyecto
Sal. 62: 7.
No hay comentarios:
Publicar un comentario