ESPERAMOS LA LIUZ

Por esto se alejó de nosotros el juicio, y nos nos alcanzó justicia; esperamos luz, y he aquí tinieblas; resplandor, y andamos en oscuridad. Isaías 59: 9

El profeta Isaías describe adecuadamente las condiciones del mundo en tiempos de Cristo. Pero también es una exposición del mundo antes de la venida de Cristo. 

En tiempos de Jesús la gente prevaricaría, mentía y en ese mundo adoraban a dioses paganos. Tan bien había inmoralidad, no solamente en el pueblo de Israel, sino en esos pueblos y naciones del primer siglo. 

Aunque el texto se esta refiriendo al pueblo de Dios de esa época, por ende también a nosotros. Israel estaba esperando el cumplimiento del pacto sin tener que hacer frente a sus obligaciones. 

Esperaban gozar de todos sus privilegios sin aceptar sus responsabilidades. Por eso cosecho la maldición de la desobediencia (ver. PP 32-36). 

¿Cómo puede ser esto, si Jesús vino a esta tierra para alumbra al mundo? 


No nos equivoquemos en este punto. La Biblia esta llena de informes de su presencia, en aquella época, al igual que hay evidencias de su segunda venida. 

El problema estriba que el hombre debe de tener fe en la Biblia y en sus promesas. Hasta que no lo hagamos, andaremos tropezando, y iremos a tientas cayendo como nunca hubiera venido Jesús a dar la luz. 

En los países donde se ve la Constelación de la Vía Láctea, en todo su esplendor, nos sentiremos profundamente conmovido por ese cuadro, porque parece enseñarnos una profunda lección espiritual. 

Cristo fue y seguirá siendo la luz del hombre, que nos guía hasta la eternidad.Israel no había tenido en cuenta la justicia, la honradez, la misericordia y la bondad. 

Pero para sus desdicha Dios no pleitearía por el frente a sus enemigos. Se dice que la historia se repite, y esto puede pasar dentro del pueblo de Dios. 

El mundo carece de luz sin presencia de Dios. Si cierras las puertas para que no entre, te haces la mayor injusticia a ti mismo. Sio lo hacemos o lo haces, te separas de la única fuente de luz perfecta. 

Cuando las sombras crucen tu mente, busca aún tu día clamando su presencia por fe. 

Si nos allegamos a Dios sintiéndonos desamparados y necesitados, como realmente somos, y con fe humilde y confiada presentamos nuestra necesidades a 

Aquel cuyo conocimiento es infinito y que ve toda la creación y todo lo gobierna por su voluntad 
y palabra, él puede y quiere atender a nuestro clamor, y ara resplandecer la luz en nuestros corazones. 

Por la oración sincera nos ponemos en comunicación con la mente del infinito (C.C. 97). Dios oye las oraciones de todos aquellos que le buscan sinceramente.

MARANATA.

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NOTIFICACION A LOS LECTORES.

Notificación: Estimados lectores de este blog.Oren por mi salud y por este proyecto Sal. 62: 7