LA PERFECCIÓN EN CRISTO.

Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre está en los cielos es perfecto. Mateo 5:48.

Con estas palabras Cristo comienza la conclusión que debe sacarse de las ilustraciones y la aplicación más excelsa y espiritual de la ley del reino de los cielos que se han expuesto en los versos 24-47, aunque personalmente creo que el verso 48 está más ligada con el contenido de los versos 43-47. 

Algunos cristianos lo interpreta como que Dios manda que seamos perfectos, y según su manera de pensar, se meten a un claustro o monasterio para buscar la perfección de carácter. 

Su vida pasa y su carácter va a peor, porque no tienen a Cristo en su corazón, y desean las cosas terrenales. Este es el problema de muchos cristianos. Hacen grandes sacrificios para ganar esa perfección de carácter. 

Quieren ser correctos, per al examinar lealmente su vida, encontramos que están lejos de ello. 

Surge en el cristiano un conflicto interior que desanima y nos desespera. Mi manera de entender este pasaje es muy sencillo: Cristo quiere que sea perfecto dentro de mi propia esfera. 

Pablo nos habla de los téleioi (plural), y la RVR lo traduce “los que han alcanzado la madurez” (1º Cor. 3:15). y “Perfectos” (Fil. 3:15). 

Cierto es que tenemos que alcanzar nuevas alturas en la fe y que la perfección sólo la dará Cristo en la resurrección, en los que duermen en el Señor, juntamente con aquellos que serán transformados conforme a la gracia de Dios.

¿Pero cómo entendemos la perfección? Cristo nos da un buen ejemplo: 1º“Vuestro Padre celestial hace brillar el sol sobre buenos y malos. 

2º ”Vuestro Padre celestial hace llover sobre justos e injustos. 3º “Vosotros amáis a los que os aman. 4º Vosotros saludáis sólo a vuestros hermanos. 

5º “Sed como vuestro padre celestial. 6º Amad a vuestros enemigos. 7º Bendecir a los que os maldice. 8º Haced bien a los que os odian. 9º “Orad por los que os ultrajan. 

Esto es lo que significa ser perfecto”.Jesús no habla aquí de una impecabilidad absoluta en la vida (ver CC 57; EGW RH 19-3 1890). La santificación es una obra progresiva. 

Muchos no llegaremos, pero lo alcanzara por los méritos de Jesús. 

Si comparamos los textos, veremos que ser misericordioso es ser perfecto. Y “Perfecto” significa literalmente: “De estatura plena”, “maduro”. 

Una actitud de amor y misericordia hacia amigos y enemigos, por igual, es la mejor manifestación de madurez. 

Jesús nos dice que, al mar a sus enemigos, el cristiano se asemeja a Dios. Esto es una difícil meta, “pero en Cristo todo lo puedo”.

MARANATA.

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