Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.Mat. 6:10.
¿Qué quiso enseñarnos Jesús con estas hermosas palabra: “venga tu reino”?
A través de los siglos, la promesa de que los reinos de este mundo finalmente llegarán a ser el reino de nuestro Señor Jesucristo (Apoc. 11:15).
Esto dio pie en la Edad Media haber hombre y mujeres piadosos por medio de la gracia. El salmista nos da una buena respuesta contenida en el Salmo 103:19: “Jehová estableció en los cielos su trono, y su reino domina sobre nosotros”.
El dominio del Rey celestial no abarca una nación ni un imperio, sino todo el universo. Dios es Rey de Reyes y Señor de señores” (Apoc.19:16).
David reconoce la grandeza de Dios, y por ende todos los que temen a Dios deben reconocerlo como tal. En el Salmo 145:13 se revela la duración de su autoridad: “Tu reino es reino de todos los siglos, y tu señorío en todas las generaciones”.
Pero son pocos los hombres que reconocen tal autoridad. El reino de Dios es omnipresente y permanente.
Pero el hombre no lo reconoce, ya que han introducido ideas y conceptos que niegan la existencia de Dios.
Pero un rebelde entró en este reino universal. Dijo “Junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono. . . Seré semejante al Altísimo” (Isa. 14:12-14).
La rebelión entro en el universo y en nuestro mundo. Las ideas ateas y transcendentales son puesta en el hombre por el rey de este mundo. Dios tuvo que enviar a Jesús para salvar a la raza caída.
El propósito de Dios es que la voluntad divina sea restablecida en la tierra. Cuando el corazón humano se somete a la jurisdicción del reino de la gracia divina, la voluntad de Dios para con esa persona se cumple.
Por desgracia no se está haciendo la voluntad de Dios, por que sus hijos no hace lo que es correcto ante Dios. Cierto que el pueblo de Dios esta deseando que acabe el reino del pecado y que llegue el momento cuando la voluntad de Dios universalmente cumplida en la tierra como en el cielo.
Pero hasta que la obra de Dios no se termine en la tierra, Cristo no podrá terminar la obra de la gracia. “Consumado es” “Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el postrero (Apoc.22:13).
El tiempo de gracia vendrá repentinamente, cuando menos se lo esperé; pero podemos hoy un registro limpio en el cielo, y saber que
Dios nos acepta, y si somos fieles final mente seremos reunidos en el reino de los cielos (MS. 95).
Así también se describe esto en el Evangelio. Por eso Jesús dijo: “El Evangelio del reino”. Son “buenas nuevas” saber que hay un Rey que prevalecerá finalmente con su súbditos que le fueron leales.
MARANATA.
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