Volvió la voz a él la segunda vez: Lo que Dios limpió, no lo llames tú común. Hech. 10:15.
El Señor le dio a
Pedro una clase corta pero contundente acerca de las relaciones
interraciales. Lo hizo mediante la visión de un lienzo lleno de
animales inmundos.
La orden de matarlos y comerlo lo dejo muy confundido. La Biblia nos dice que Pedro “estaba perplejo dentro de sí sobre lo que significaría la visión” (vers. 17).
La orden de matarlos y comerlo lo dejo muy confundido. La Biblia nos dice que Pedro “estaba perplejo dentro de sí sobre lo que significaría la visión” (vers. 17).
Nótese que que
todos los animales limpios y impuros estaban en el mismo nivel.
Segundo, Pedro le entro hambre (vers.10), pero este hecho no tenia
que ver nada con comida, Pedro tenia hambre del evangelio, es decir,
tenia ganas de comunicar lo que había aprendido del Maestro.
En este momento un
hombre enviado por Cornelio centurión del ejercito Romano, llamo a
la puerta trayéndole una invitación para que fuera con él a
Cesarea. El Señor trato los perjuicios de forma muy especial. Tres
veces se repitió la visión.
El sueño del Faraón
se repitió tres veces (Gén 41:32) Y Jesús le repitió tres veces
la orden de alimentar mis “corderos” y mis “ovejas” (Juan
21:15-17) orden que ahora debía de cobrar un significado nuevo y mas
amplio.
Pedro como judío
ortodoxo, nunca habría ido a casa de Cornelio por sus perjuicios.
Sin embargo Pedro tenia sus dudas.
Se nos dice: “Para
Pedro esa orden era penosa, y Violenta para sus conciencia como
judío.
Pedro meditaba en su
dificultad, absorto en sus pensamiento. El Espíritu divino le
hablo en lo más intimo de su alma. “Ve con ellos sin vacilar”.
¿Cuantas veces no
somos como Pedro? Tenemos perjuicios y somos rebeldes, y decimos
cosas que mas tarde nos pasar
factura en nuestra
vida.
Pedro aprendió bien
la lección. Al día siguiente llegó a casa de Cornelio. La
pregunta que pasarían por su mente era: ¿Como reaccionaría
Cornelio? ¿Que respondería? ¿Que pensaría los vecinos? ¿Habría
alguien que lo reconocería, y se enteraría sus amigos o el
sanedrín? Estas y muchas preguntas pasaban por su mente.
Pero la orden era
“ves y habla” Mas Pedro le levantó, diciendo: Levántate, pues
yo mismo también soy hombre. ¡Que victoria! Pedro descendiente de
Abraham, sabía que no podía juntarse con un gentil, había llegado
a comprender una valiosa verdad.
En ese momento los
antecedentes raciales de Pedro perdieron su significado. Lo mismo
ocurrió con su educación y el ambiente en que lo rodeaba.
Había llegado a comprender que a la vista de Dios Cornelio era un hombre tan importante como él.
Había llegado a comprender que a la vista de Dios Cornelio era un hombre tan importante como él.
En el cielo no
existe los perjuicios, ni las enemistades, etc. Quiera que él
Espíritu Santo nos ayude a desterrar todo perjuicio, y a obtener la
victoria sobre toda actitud y sentimiento que no esté de acuerdo con
la voluntad de Dios.
Maranata.
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La
Biblia a través del tiempo