Estrecha es la
puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que
la hallan. Mt. 7:14.
Las Escrituras
separa a los hombre en dos categorías: ovejas y cabras, trigo o
tamo, salvados o perdidos, espirituales o carnales, los del camino
ancho o los del camino angosto.
Cristo extiende a su
auditorio una invitación formal para aceptar sus principios como
norma para regir la vida y les señala la manera la manera de
comenzar y por donde comenzar.
El es la “puerta”
Jn.10:7,9. Y el “camino” Jn.14:6.
¿Por qué son tan
pocos los que entran por la puerta estrecha y andan por el camino
angosto? Porque no es fácil encontrar esa puerta. No está a la
vista sino que se halla oculta. Para descubrirla debemos persistir en
la búsqueda. Los que pierden el interés o se cansan fácilmente,
jamás la encontrarán.
La descubren únicamente quienes buscan de
todo corazón. Hallaremos la puerta cuando estemos dispuestos a
sacrificar aun nuestra vida. La razón principal por la cual tan
pocos encuentra la puerta que da a la vida es que no desean hallarla.
Si te cuesta aceptar como cierta esta declaración, recuerda cuántos
cristianos se quejan contra la puerta estrecha y el camino angosto
después de haberlo hallado.
Sin duda, más de una vez habrás oído decir: “¿Por qué los cristianos no debemos bailar?” “¿Qué tiene de malo en jugar a los naipes?”
Sin duda, más de una vez habrás oído decir: “¿Por qué los cristianos no debemos bailar?” “¿Qué tiene de malo en jugar a los naipes?”
“un vaso de cerveza no le
hace mal a nadie”. “Quiero que pase el sábado para poder salir
a divertirme”. “¿Por qué no puedo llevar joyas?” “¿porqué
no puedo ir al cine?” “¿Por qué no puedo tomar café?” “La
comida es asunto exclusivamente mío”.
Quienes dicen cosas
como éstas probablemente han hallado la puerta estrecha, pero nunca
entraran por ella.
Hay otras razones
por la cual pocos pasan por la puerta. Jesús dijo: “Esforzaos a
entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán
entrar, y no podrán” Lc. 13:24.
La palabra “esforzaos”
proviene del griego “agonizomai”, del cual derriba el término
castellano “agonizar”. Algunos cristianos bien intencionados
desean hacernos creer que es fácil vivir la vida cristiana.
El plan de salvación es fácil de comprender, pero el sometimiento diario del yo para poder pasar por la puerta estrecha requiere esfuerzo.
El plan de salvación es fácil de comprender, pero el sometimiento diario del yo para poder pasar por la puerta estrecha requiere esfuerzo.
Nunca se debe confundir ese esfuerzo con las obras pues éstas no
salvan a nadie. Pero la entrega de nuestra voluntad a Dios es a veces
una agonía.
Ten buen ánimo. Con su ayuda podemos ser de los pocos que entran por la puerta estrecha que conduce a la vida eterna.
Ten buen ánimo. Con su ayuda podemos ser de los pocos que entran por la puerta estrecha que conduce a la vida eterna.
Dedicada a nuestra
hija adoptiva PaoRodriguez en Peru.
Maranata
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La
Biblia a través del tiempo
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venida apocalíptica
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