Porque
por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la
resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos
mueren, también en Cristo todos serán vivificados. 1º Cor. 15:
21,22.
Pablo
da comienzo a su razonamiento entre Adán y el segundo Adán. Entre
el pecado que entro por la desobediencia del hombre y como resultado
la muerte (Gén. 2:17; PP.30, 33, 35).
¿Quien
no teme a la muerte? Incluso el fallecimiento de un animal produce
angustia, especialmente en el corazón de un niño sensible. No hace
mucho tiempo un tren descarrilo cerca de Santiago en Galicia España,
con 79 fallecidos de los 218 pasajeros, hoy se cumple su
aniversario. Viajemos en el tiempo.
Un miembro de nuestra familia
llamado Adán tuvo un accidente mortal que afecto a la humanidad. Y
desde entonces la raza humana esta llevando la enfermedad de la
muerte. Toda la descendencia de Adán nacieron con la enfermedad, de
la muerte.
Así que la muerte con todos sus terrores fue la herencia
que nos dejo. ¿Vamos a acusar a Adán por su acto mortal? ¿No
sería justo hacerlo? Pero la sentencia se extendió a la raza
humana. “En Cristo todos serán vivificados”.
Todo hombre están
sometidos a la muerte debido al pecado de Adán, pero los que están
“en Cristo” es decir “el segundo Adán” serán redimidos.
Detengámonos para contempla a este Hombre en el momento cuando
traspone los umbrales de la eternidad para entrar en el tiempo
histórico. ¿Qué paso?
El rostro lívido del hombre caído
resplandece ahora con los colores de la vida. La abrumadora tristeza
de la humanidad retroceden frente a la claridad triunfante de la vida
y la esperanza que recibe por medio de Cristo.
Las tinieblas ceden el paso a un torrente de luz. Hay un antídoto para la mortal estricnina del pecado inyectada en el torrente sanguíneo de la humanidad. Este Hombre, Jesucristo, declaró en la cruz que la muerte estaba vencida.
Las tinieblas ceden el paso a un torrente de luz. Hay un antídoto para la mortal estricnina del pecado inyectada en el torrente sanguíneo de la humanidad. Este Hombre, Jesucristo, declaró en la cruz que la muerte estaba vencida.
¿Era
justo que Dios el Padre diera a su Hijo para salvar a la gente
rebelde, ingrata y condenada a morir? ¡Por supuesto que no!
¡Totalmente injusto! Incluso irrazonable.
Pero así es el amor: Es irrazonable. Pero lo triste es que hay muchas naciones que no reconocen a Cristo como Hijo de Dios, y menos como su salvador personal. Pero como digo siempre, Dios tiene la última palabra, ya qué él solo él, conoce los secretos del corazón.
Pero así es el amor: Es irrazonable. Pero lo triste es que hay muchas naciones que no reconocen a Cristo como Hijo de Dios, y menos como su salvador personal. Pero como digo siempre, Dios tiene la última palabra, ya qué él solo él, conoce los secretos del corazón.
Piensa
en esto mientras mientras ves el campo, el jardín, o estés
lavando
los platos o estés en el sofá, incluso en el trabajo. El contraste
de Adán que lo tenia todo y lo perdió, y Cristo que lo dio todo por
amor al hombre y perdió la vida. (humana)
“Todos mueren por causa de un hombre, pero los que estén en Cristo, los que crean en él como su Salvador “serán vivificados”. La vida eterna te pertenece gracias a él.
“Todos mueren por causa de un hombre, pero los que estén en Cristo, los que crean en él como su Salvador “serán vivificados”. La vida eterna te pertenece gracias a él.
En el sepulcro solo se duerme (ver
http://lecciones-biblicas.blogspot.com tema 5.1)
La
vida, la vida eterna te pertenece gracias a Cristo. ¿No te parece
que éste es un pensamiento maravillosos?
Maranata
http://
lecciones-biblicas.blogspot.com
http://judaislacris.blogspot.com
La
Biblia a través del tiempo
http://segunda
venida apocalíptica
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