Y en ningún otro
hay salud; (y salvación) porque no hay otro Nombre debajo del cielo,
dado a los hombre, en que podamos ser salvos. (Hech.4:12).
La tendencia
ecuménica que prevalece en los Estados Unidos, país considerado
cristiano, protestante, resultó en 1.975, cuando se nombró a un
budista capellán del senado de California. Se sobrentiende que en
los Estados Unidos las capellanías a lo menos en la capital de ese
país, siempre le han correspondido a los pastores protestantes.
Los
Estados Unidos que sus dos actos de su autoridad son, legislativa y
judicial y protestantismo. Los pilares de la libertad. Están bajando
las normas establecidas por Dios. ¿Que actitud tomaría usted como
cristiano si fuera uno de los senadores del cuerpo legislativo de
California?
¿Podría inclinarse en oración y comulgar con ese
capellán sin comprometer su propia fe en un Dios verdadero y en su
Hijo, el Señor Jesucristo? ¿Sabiendo que el cree en el panteísmo y
en muchos dioses? ¿Que tiene que ver la oscuridad con la luz?
Y no es de extrañar
que algún día encontremos como capellán a un islamista, aceptaría
un sacerdote como capellán es admisible pero todo puede pasar en
esta vida.
Los requerimientos
de Jesucristo son totalmente exclusivos. Afirmó que él no era otro
camino, uno entre muchos, sino el único camino a Dios. “Jesús
dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; y nadie viene al
Padre, sino por mi” (Jn. 14:6).
Por esa razón Pedro
exclamó: “Porque en ningún otro hay salvación”. Como
cristiano, creo esto y estoy dispuesto a comunicar mis creencias a
los demás, sean monoteístas o de otras religiones. Cristo vino a
salvar al hombre no a condenar ni a matar. Esta demanda es clara en
mi persona, definida y definitiva. No es negociable.
Hay una razón. La
exclusividad de Jesucristo resulta del carácter totalmente singular
de su persona y de su ser. Cierto es que el pecado creó un abismo
entre Dios y el hombre que sólo podía ser traspuesto por alguien
que participara de la naturaleza de ambos. Jesucristo era plenamente
hombre, y al mismo tiempo era plenamente Dios.
Las dos naturaleza,
la humanidad y la divinidad, se amalgamaron misteriosamente en esta
personalidad especialísima que el hombre no podemos entender. Por
medio de su divinidad vuelve a unir al hombre perdido con el Padre.
“Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no
tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a
nosotros la palabra de la reconciliación” (2º Cor.5:199. ¿Es el
único y exclusivo? Por supuesto. Es él verdadero Dios que murió
por el hombre. “todo aquel que en él crea sera salvo”.
MARANATA.
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la
Biblia a través del tiempo.
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