Pues
no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con
sabiduría de palabra, para que no se haga vana la cruz de Cristo. 1º
Cor. 1:17.
La
historia de la crucifixión por lo general despierta simpatía en el
corazón de la gente. Eso esta bien, pero la simpatía sola es
incapaz de recibir y comprender el poder de la cruz. La influencia de
la cruz es muchísimo más que un sentimiento pasajero.
La cruz bien
entendida infunde respeto, no temor, influye admiración y un
profundo arrepentimiento. Durante la edad media y en las cruzadas, la
cruz se entendió mal, se uso mal, la gente tenia temor, y miedo. Aun
sus enemigos la respetaban, la cruz ha sido mal comprendida.
La
influencia de la cruz es muchísimo más que un sentimiento pasajero.
Nuestro texto de hoy sostiene esta idea. El poder de la cruz no
consiste en palabras sabias ni en elocuencia, que pueden afectar las
emociones de la gente.
Ciertamente la elocuencia despierta emociones
y simpatías, y hasta puede llenar los ojos de lágrimas, pero eso no
basta para cambiar el corazón.
Hay
que estudiar la cruz para encontrar “el poder de Dios” (ver. 18).
Pablo
afirma que “los judíos piden señales, y los griegos buscan
sabiduría” (ver 33). Para los judíos, la cruz era piedra de
tropiezo y motivo de escándalo.
Es por este concepto que algunas religiones monoteístas no acepta a Cristo como su salvador. Destruía su prestigio, su honor, su reputación, su orgullo, su autosuficiencia y su autonomía.
Es por este concepto que algunas religiones monoteístas no acepta a Cristo como su salvador. Destruía su prestigio, su honor, su reputación, su orgullo, su autosuficiencia y su autonomía.
[Hay seis cosas aborrece Jehová
(Dios Ala ). Y aun siete abomina su alma: Los ojos altivos, la lengua
mentirosa, las manos derramadora de sangre inocente. El corazón que
maquina pensamientos inicuos. Los pies presurosos para correr al mal,
el testigo falso que habla mentira. Y el que enciende rencillas entre
los hermanos. (Prv. 6:16-19).
Para los griegos, o gentiles, la cruz
era insensatez y algo absurdo, ridículo y totalmente al margen de la
filosofía. ¡No lo vemos hoy día, estas mismas ideas en el mundo!
Por lo tanto, en el corazón mismo del Evangelio se yergue un símbolo
ignominioso: La cruz de Cristo. Para el mundo en general, resulta
irreal, vana y pertubadora. Pero para el verdadero cristiano que
piensa, razona y se ha entregado a Dios (Ala), la cruz es él símbolo
universal de la vida, de la verdadera vida.
El principal secreto
para poder cumplir las leyes del gobierno de Dios, es simple, una
entrega incondicional. Aquel que murió en la cruz por mi y por ti,
el yo y todas sus tendencias deben ser abandonadas por su gracia y su
poder, él transforma el corazón del hombre si este quiere.
El
corazón carnal esta contra de Dios y su gobierno, y es en este punto
donde actúa la cruz, osea Cristo. Cuando aceptamos que Cristo se
hizo pecado por nosotros en la cruz, cuando escuchamos exclamar:
“Padre, ¿por que me has desamparado?” no podemos considerar el
pecado como algo sin importancia; no podemos seguir diciendo que no
hay problemas si mentimos, se lleva adornos y las normas se bajan
hasta lo sumo, y quebrantamos el sábado.
Cuando contemplamos a Jesús
que sufrió por ti y por mi, debe haber una transformación de arriba
a bajo, sino estamos crucificando a Cristo. El amor no esta en
nosotros.
Maranata
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lecciones-biblicas.blogspot.com
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La
Biblia a través del tiempo
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venida apocalíptica
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