Por tanto, nosotros
también teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos,
despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos
con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en
Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto
delante de él sufrió la cruz, menospreciado, y se sentó a la
diestra del trono de Dios. Heb. 12:1,2. (Foto. Carrera en Grecia en Olimpia).
Donde quiera que
miremos en la historia sagrada, encontraremos “testigos” en que
la fe y la fidelidad triunfan sobre todos los obstáculos. La
metáfora del verso 1º compara a un atleta que hace los preparativos
para competir en Olimpia Grecia, los espectadores observan sentados
en las gradas.
El atleta, contempla por unos momentos la masa de
rostros que le rodean como una nube. Los “testigos” son aquí los
incontables héroes de la fe que se menciona en el cap. 11, cada uno
de los cuales, a pesar de desventajas y obstáculos de todas las
clases, termina su carrera con gozo por su fidelidad.
¿La vida es
una carrera? ¡Si! Pablo pensaba en esto (Gal. 2:2; Fil. 2:16; 2 Tim.
4:7) o, como aquí para ilustrar la experiencia de los cristianos. (Foto. La carrera para coronar la cima es penosa y dura, pero al final uno tiene su recompensa).
Los corredores se
despojaban de toda ropa iban casi desnudos. Descartaban todo aquello
que podía impedir su carrera. La aplicación espiritual es obvia.
Los impedimentos tales como el orgullo, la mundanalidad, la duda, la
codicia, la pereza, en resumen, todo lo que pueda estorbar nuestro
progreso espiritual, debe ser dejado de lado.
“El pecado que nos
rodea” y nos envuelve como una nube, debe ser abandonado con la
ayuda de Cristo, sin él nada podemos hacer. Tu y yo debemos correr
esa carrera “con paciencia”, o con “perseverancia”, no
debemos mirara hacia atrás, es una carrera con miras hacia la meta,
y esta es Cristo. En una carrera si miras hacia atrás un segundo
pierdes terreno. No ganarás.
Y lo mismo nos sucede en la carrera
cristiana. Debemos mirar, no hacia atrás, sino hacia arriba.
“Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe”.
(Heb. 12:2). Si te miras a ti mismo, no podrás salvarte.
Pero si
miramos a Jesús no te podrás perder y yo tampoco. “Muchos
comente un grave error en su vida religiosa al mantener la atención
fija en sus sentimientos para juzgar si progresa o si declina, que
gran error.
Los sentimientos
no son un criterio seguro. No encontraremos allí otra cosa que motivos de desaliento. Nuestra única esperanza consiste en mirar a
Jesús, 'autor y consumador de nuestra fe' (Heb.12:2)” (J.T. t. 2.
p.59).
(Foto. Caballeros somos ante nuestro Dios, y debemos dar el ejemplo a los demás).
Promesa.
Promesa.
Pero la salvación
de los justos es de Jehová. Y él es su fortaleza en el tiempo de
angustia. Y Jehová los ayudará, y los librará; y libertarálos de
los impíos, y los salvará, Por cuanto en él esperaron. (Sal. 37:39-40).
Maranata.
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venida apocalíptica. blogspot.Com
la
Biblia a través del tiempo.
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