EL PECADO DE ISRAEL.

Y Jehová dijo a Josué: Levántate: ¿por qué te postras así sobre tu rostro? Josué 7:10.

“¡Arriba! ¡Vamos!” Este es el momento de actuar, no llores. El Señor le estaba hablando a Josue con cariño y un profundo amor a su siervo. Josue se atribuye la culpa de Israel, unos cuanto desleales desobedecieron a las directrices de Dios. 

Así es la vida, por unos pocos que no reconocen a Dios, Israel fue castigado. Es una lección que el pueblo tiene que aprender, a lo largo de su historia. 

Cierto es, que no se debía acusar a Dios por esa humillación y esa derrota. El cristiano a lo largo de su vida, tiene altos y bajos, como los tubo el pueblo de Israel. 

Creo que el ser humano carece de votivos para iniciar una transformación de su vida, y necesitamos mejorar en este punto.“¡Oh Dios, cuánto necesitamos tu ayuda!” 

Muchos hombres y mujeres necesitan encarar la vida, y esto determinaran nuestra vida para la eternidad. Israel tenía que dejar las viejas tradiciones idolátricas, y rehacer su vida si querían entrar en Canaan.

Jericó ere el primer paso, pero algunos sustrajeron parte de ese botín que Dios había mandado para su templo. 

Esto en un sentido más amplio, comprende él pacto original de Dios con Israel. Y este se basaba en la ley o los diez mandamientos, descrito en las escrituras como “su pacto, en el cual Dios mando ponerlo por obra” (Deut. 4:13). El hombre ha robado a Dios en el espacio y en el tiempo. 

“¿El hombre a robado a Dios, en el diezmo y en las ofrendas?”. El hombre roba a Dios de muchas maneras y de muchas formas. 

Creo que la limpieza exterior debe acompañar a la limpieza del interior de la persona.

Luego viene la inevitable observación que hacemos en tono de resignación, y aun de hastío: “Así son las cosas y yo no puedo hacer nada por mejorarlas”.

Muchos violan la ley de Dios, y muchos dicen lo mismo: “¿No tengo otra cosa, tengo que comer y alimentar a mis hijos?”. 

Muchos Josue, lloran al contemplar como el hombre roba a Dios.

Creo con sinceridad que el corazón del mensaje de Dios al cristiano consiste el que no necesitamos estar en una situación pasiva; 

no necesitamos meras sombras en este mundo, sino luz que refleje la conquista de la Canaán celestial.

Debemos avanzar a pesar de las dificultades de esta vida. Podemos encontrar a alguien en que ayudar y dar el evangelio, y poco a poco conquistar corazones para la canaán celestial.

Podemos obra, en vez de que se obre en nosotros. Durante tu vida lucha para conquistar almas para Jesús, y pueda disfrutar de la Canaán celestial.

MARANATA.

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