lunes, 12 de noviembre de 2018

EL NOMBRE EN NUESTRA MENTE

Y verán su rostro, y su nombre estará en su frente. Apoc.22:4
La esperanza de los “cristianos” de este siglo tienen el concepto de cuando van al descanso (a la tumba) sus almas van al cielo. Este concepto es pagano totalmente, no hay base bíblica en ello. Fue creado por el Obispo de Roma.

Así que las personas bajan a la tumba con este concepto erróneo, no se salvaran. Si fuera asó como dice la iglesia ICAR. Todos los dictadores y asesinos estarían el el cielo. 
Otra cosa son aquellos cristianos que tienen su fundamento en la Palabra de Dios, tienen la esperanza en la segunda venida de Cristo. 

¿Por qué? El cristiano tiene su fundamento en la Palabra, y ella es la queda el testimonio de su venida y de lo que va acontecer antes de esa venida. Para muchos sera un tiempo de regocijo, por que todos los pesares de esta vida tocarán a su fin. Para otros sera tiempo de angustia cual nunca hubo. 

Mateo 24:7, nos dice que las naciones se levantarán, habrá hambre en el mundo, también abra grandes enfermedades incurables, y terremotos en muchos lugares, y angustia de gente. Todo esto esta pasando en nuestros días. 

Pero hay esperanza para aquellos que creen en su venida. En la tierra nueva no habrá enfermedades, ni moriremos y no abra separación de familias. La gran ventaja es que nunca nos separaremos,las cosas viejas ya pasaron todas son hechas nuevas. Pero la gran pregunta es: ¿quien sera salvo? 

Cuando hay gran mundanalidad en el pueblo de Dios. Sólo los limpios de corazón verán a Dios, y la gran mayoría se perderán. Esa es una de las caras de la promesa. Los redimidos “verán su rostro, y su nombre estarán en su frente”. 

En el centro de nuestra mente sólo existirá el nombre de Jesús y todo lo que ha hecho por nosotros. Sera el centro de nuestros pensamiento. Y esto debe de comenzar ahora, de este lado del mundo. Nuestro centro de atención cambiará de pensamientos de “ser salvos” a Dios mismo. 

Sabemos que Dios es vida, sólo podemos vivir cuando aceptamos a Dios que es el dador de la vida. La conexión vital que nos hace inmunes a la muerte segunda (ya que la muerte primera es un sueño) ya ha sido establecida. 

La segunda venida de Cristo es un acontecimiento que hace visible el hecho ya existente de la unión entre Dios y su pueblo. 

El cielo o nuestro universo se esta conmoviendo, se esta alejando las galaxias, por la expectación de lo que va sobrevenir, y el mundo se está deshaciendo por los acontecimientos y las tragedias. 

El físico teórico Michio Kaku y otros físicos también lo han dicho, que el mundo se esta desmoronando, y que el hombre va a su propia destrucción. El hombre no destruirá la tierra, antes vendrá Cristo.
MARANATA.
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