miércoles, 31 de mayo de 2017

EL REINO DEL AMOR SANTO


Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos. Apoc. 11:15 up.
El gobierno del reino de Cristo no se asemeja a ningún gobierno de esta tierra. Es una representación de los caracteres de quienes compone el reino. . . 
En su corte preside el amor, y sus oficios y empleos están adornados por el ejercicio dela caridad. 

Dios pide a sus siervos que se manifiesten compasión, benevolencia, sus propios atributos, en todas las áreas de su oficio, y que hallen su felicidad y satisfacción reflejando el amor y la tierna compasión de la naturaleza divina. 

Solo el poder de Cristo puede obrar la transformación en el corazón y la mente a fin de que todos los que quisieren puedan participar con él de la nueva vida en el reino de Dios. 

“El que no naciere de nuevo”, dijo el Salvador, “no puede entrar en el reino de Dios” (Jun 3:3,5.). 

La religión que proviene de Dios es la única que puede conducir a Dios. A fin de que podamos servirle rectamente debemos nacer del Espíritu divino. Esto purifica el corazón y renovará la mente, y nos dará una obediencia voluntaria a todos sus requerimientos. Esa es la verdadera adoración (M. 9-1908). 

El hombre por su naturaleza busca su propio reino, donde solo pueden ir los más ricos, los intelectuales y los científicos, sin olvidad a los generales. 
An encontrado un planeta donde puede vivir, donde una elite de este mundo vivirá en una parte de ese planeta, y el resto seremos condenados a la destrucción, según las pruebas que tienen los astrofísicos. 

Según ellos el universo se esta expandiendo, esto quiere decir que las galaxias se están alejando. 

Y esto es así. Y según ellos el universo se congelara y toda vida que exista en el universo morirá. ¿Que perspectivas tienen los hombre que no conocen a Dios? Nuestro Dios dice: 
“Tus ojos verán a jerusalén morada de quietud, tienda que no será desarmada, ni sera arrancadas sus estacas, ni ninguna de sus cuerdas será rota.  Porque ciertamente allí seráJehová para con nosotros fuerte, lugar de ríos, de arroyos muy anchos. . . 

Porque Jehová es nuestro juez, Jehová es nuestro legislador, Jehová es nuestro Rey; él mismo nos salvareá. . . No dirá el morador: Estoy enfermo; al pueblo que more en ella le será perdonada la iniquidad. (Isa,33:20-24) (Ibid).
Maranata.
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