sábado, 22 de noviembre de 2014

LOS MUERTOS NO PECAN.


Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. Porque el que ha muerto, ha sido liberado del pecado. Rom.6:6,7 versión inglesa.

El cuerpo del pecado. Es decir, el cuerpo como sede del pecado; el cuerpo que pertenece al pecado; es regido por el poder del pecado, y cuyo miembros son instrumentos de iniquidad. Es el cuerpo que esta condenado a morir. “Por cuanto todos pecaron esta destituidos de la gracia de Dios. . . Esto no significa que el cuerpo físico debe ser destruido, sino que el cuerpo en su relación con el pecado debe quedar tan completamente inerte e inmóvil como si estuviera muerto.

La muerte es un misterio. No hay ciencia ni sabiduría. Es un tema que se ha debatido durante siglos. Es un sueño nos dirá Pablo. Pero es cierto que la muerte nos enseña hacernos preguntas, es una lección en si misma, para que el hombre busque el significado de la muerte y porque morimos.

La muerte puede ser una lección en si misma. ¿Porque? La muerte es una esclavitud, esclavitud del pecado. Vivir en pecado es estar sometidos al yugo de su poder. Jesús enseñó que “todo aquel que hace pecado, es esclavo del pecado” osea muerto (Juan 8:34).

Pero la verdad puede liberar a los hombres del yugo de la muerte. ¿Que es verdad? La verdad es Cristo y Cristo crucificado, esta es la verdad. Pero mediante los impulsos de la carne, el pecado ejerce su dominio y mantiene al hombre bajo su poder. Por lo tanto, el hombre viejo debe ser “crucificado” en Cristo (Gal. 2:20)

El proceso de la conversión implica morir al yo, cada día, para 
 
que el creyente sea liberado del dominio del pecado. La muerte no es física, sino de la naturaleza pecaminosa, que como raíz quiere ahondarse más en las profundidades de la tierra para no ver la luz.

Al reconocer nuestra necesidad ante la cruz, el cristiano ve una perspectiva y una luz que jamás había visto. Pablo esta destacando que la muerte que libera del yugo del pecado es seguida por una vida de libertad, que ya no está más bajo el dominio del pecado sino dedicada al servicio de un nuevo amor.

Es una vida nueva que debe disfrutar el cristiano aquí en la tierra; la vida de Cristo en el creyente (Gál.2:20) y la vida del creyente en Cristo (Col. 3:3).

Para algunas persona el morir al yo es un proceso muy lento. Algunos cristianos desean eliminar no sólo el objeto que que los tienta, sino además, el deseo pecaminoso que los anima. Cuando el amor a Cristo halla cabida en el alma, automáticamente se rehuye el mal.
Cuando la fuente del corazón comprende la gracia y la muerte de Cristo en la cruz, se realizara y se purifica el corazón, las corrientes de la gracia inundaran el reciente corazón, y se renueva las acciones y los pensamientos, todo ellos sera puro y noble. Sea esta nuestra bendita esperanza.
Maranata
Les agradezco sus oraciones, no estoy muy bien, pero por la gracia de Dios se que me recuperare de la vista. Sigan orando por mi recuperación. Que la paz de Nuestro Señor Jesucristo
sea con ustedes.
Luis José de Madariaga.
La Biblia a través del tiempo.
http:// segunda venida apocalíptica

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