miércoles, 16 de febrero de 2011

UN CIELO POR GANAR.

Velad pues, orando en todo tiempo, que seáis tenido por dignos de evitar toda estas cosas que han de venir, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre. (Lucas 21:36). La época en que vivimos es importante y solemne. El Espíritu de Dios se está retirando gradualmente pero ciertamente de ta tierra. . . El estado actual de las cosas muestra que tiempos de perturbación está por caer sobre nosotros.(foto manos que hablan a Dios).

Los diarios están llenos de alusiones referente a algún formidable conflicto que debe estallar dentro de poco. (En la ultima década los terremotos, los tornados y las crecidas de los ríos, hacen temer lo peor). Son siempre más frecuentes los audaces atentados del terrorismo contra la propiedad. Las huelgas se han vuelto asunto común. Los robos y los homicidios se multiplican.

Hombres dominado
s por un espíritu de demonios quitan la vida a los hombres, mujeres y niños. El vicio seduce a los seres humanos y prevalece el mal en toda sus formas. El mundo todo es agitación. Las señales de los tiempos son alarmantes. Los acontecimientos venideros proyectan ya sus sombras delante de sí.

El Espíritu de Dios se está retirando de la tierra, y una calamidad sigue a otra por tierra y mar. Hay tempestades, terremotos, incendios, inundaciones homicidios de toda magnitud. ¿Quien puede leer el futuro? ¿Donde hay seguridad? No hay seguridad en nada que sea humano o terrenal. Rápidamente los h
ombres se están colocando bajo la bandera que han escogido. . .

La crisis se está acercando gradual y furtivamente a nosotros.
(La crisis que la humanidad esta par
eciendo ahorita, se agravara paulatinamente hasta que los hombres sean esclavos de las grandes empresas; y muchos robaran y mataran para comer). El sol brilla en los cielos y recorre su órbita acostumbrada, y los cielos continúan declarando la gloria de Dios. Los hombres siguen comiendo y bebiendo, plantando y edificando, casándose y dándose en casamiento. (foto-La opulencia y la hambruna).

Los negociantes siguen comprando y vendiendo. Los hombres siguen luchando unos con otros, contendiendo p
or el lugar más elevado. Los amadores de placeres siguen atestando los teatros, los hipódromos, los garitos de juegos; y los jóvenes compran ve vidas y se juntan para hacer lo que ellos llaman el botellon.

Prevalece la más intensas e
xcitación, y sin embargo el tiempo de gracia está llegando rápidamente a su fin, y cada caso está por ser decidido para la eternidad. Satanás ve que su tiempo es corto. . .(foto de tsunamis).

Solamente llega hasta nosotros, a través de los siglos, las palabras amonestadoras de nuestro Señor desde el Monte de las Olivas: "Mirar también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de lo afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día" (Lucas 21: 34). (D.T.G. 590-591).

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