viernes, 12 de agosto de 2011

SANTIFICACIÓN ESPURIA.

El que dice> Yo le conozco y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; pero el que guarda su palabra, en este verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. 1º Juan 2:4,5.

La santi
ficación, tal cual la entiende ahora el mundo religioso en general, lleva en sí misma un germen de orgullo espiritual y de menosprecio de la ley de Dios que nos la presenta como del todo ajena a la religión de la Biblia.

Sus defensores enseñan que la santificación es una obre instantánea por la cual, mediante la fe solamente alcanzaran perfecta santidad. "Tan sólo creed -dicen y la bendición es vuestra". Según ellos, no se necesita mayor esfuerzo de parte del que recibe la bendición.

Al mismo tiempo niegan la autoridad de la ley de Dios y afirman que están dispensando de obligaciones de guardar los mandamientos, pero, ¿será acaso posible que los hombres sean santos y concuerden con la voluntad y el modo de ser de Dios, sin ponerse en armonía con los principios que expresan su naturaleza y voluntad?. . .

"Sus sacerdotes violentaron mi ley, y contaminaron mis santuarios; entre los santo y lo profano no hicieron diferencia, ni distinguieron entre inmundo y limpio; y Yo era profanado en medio de ellos" (Ezeq. 22:26).

El de seo de llevar una religión fácil que no exija luchas, ni desprendimientos, ni rupturas con las locuras del mundo, ha hecho popular la doctrina de la fe y de la fe sola; pero, ¿qué dice la Palabra de Dios? El apóstol Santiago dice: "Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que
tiene fe, y no tiene obras?

¿Podrá la fe salvar?. . . ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta? (Sant.2:14,20).. . . El testimonio de la palabra de Dios se opone a
esta doctrina seductora de la fe sin obras. [Que practican miles de Cristianos de distintas denominaciones].

No es fe pretender el favor del Cielo sin cumplir las condiciones necesarias para que la gracia sea concedida. Es presunción, pues la fe verdadera se funda en la promesa y
disposiciones de las Sagradas Escrituras. Nadie se engañe a sí mismo creyendo que puede volver santo mientras violen premeditadamente unos de los preceptos divinos.

[La gran mayoría del mundo cristiano violan los preceptos de la ley de Dios, ellos dicen que en la cruz Cristo clavo la ley ¿que ley? La única ley que Cristo clavo en el madero, fueron las leyes rituales y ceremoniales. Pero nunca la ley Divina, que incluye los diez mandamientos, sin quitar ni un solo tilde].

Un pecado cometido deliberadamente acalla la voz atestiguadora del Espíritu y separa al alma de Dios. . . Aunque Juan habla mucho del amor en sus epístolas no vacila en poner de manifiesto el verdadero carácter de estas clase de personas que pretenden ser santificadas y seguir transgrediendo la ley de Dios.

"El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos (desde el Génesis hasta el Apocalipsis), el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado" (1º Juan 2:4,5).
[(Lo que esta en llave y en paréntesis es del que suscribe esta matunita, no es de la autora)]

G.W.

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