DIOS NOS DA LA FUERZA CADA DÍA.

Hierro y bronce será tu calzado, y como tus días, así será tu fortaleza. Deut. 33:25,

El texto de hoy nos lleva a extendernos como eran los ejércitos de los enemigos de Israel. 

Como sus puertas tenían cerrojos gruesos y sus puertas blindadas. 

Pero a pesar de tanta demostración de poder, Dios le asegura a Israel que su fortaleza estará con su pueblo. 

El pueblo de Dios tendría fuertes cerrojos, contra los dardos de sus enemigos. A cambio Dios le pide a su pueblo que viva día por día, y nos ha prometido suplir nuestras necesidades cada día. 

Así será en nuestras necesidades físicas y materiales, y espirituales. 

Dios nos ha mostrado a través de nuestra diversos personajes bíblicos que, aunque ellos se desviaron de su presencia y no oyeron su voz, nunca estuvieron fuera de su misericordia, y de su alcance, la voz de Dios les seguía hablando. 

Lo que hoy necesita el cristiano es dominio propio, sinceridad sin límites, y una lealtad que no tenga límites, y una sinceridad total. 

Tenemos que aprender de los niños, ellos son sinceros, y comprende el amor que recibe de los demás, además son agradecidos. 

Así debe de ser los cristianos. Cuando pienso en el valor intrépido y en la fe de los mártires, pienso que estamos lejos de ellos. 

Pero nuestro tiempo es precioso, y está limitado, nuestro Señor está a punto de llegar. 

Nuestras fuerzas deben de ser empleadas para dar a otros lo que Dios nos ha dado.

Hace pocos días, perdimos a un hombre de fe, de casta humilde, temeroso de Dios, y con una familia numerosa. Mi amigo Guaita, era un hombre de palabra, y muy misionero. 

Hoy día hace falta muchos como el. Dios le daba cada día fuerza para salir adelante, pero el pan nunca faltó en su mesa. 

El soportó más de lo que nosotros nos podemos imaginar, pero su fe en Cristo nunca le faltó. 

¿El cristiano tenemos que soportar lo que ellos soportaron, si Dios nos pusiera en una situación similar a la de los antiguos? 

Me planteo una pregunta: ¿Tengo suficiente fe para soportar las pruebas que me vengan en mi vida? 

Lo único que diré: Que mi Dios me de fuerzas para soportar la prueba. Porque mi fortaleza esta en mi Dios y en mi Jesucristo. 

Cuando venga el día de la prueba, el buen pastor me guiara a aguas de reposo, donde estaré seguro. 

Dios nos conoce perfectamente, como ovejas suyas que somos. Todos los hijos de Dios debemos de tener confianza cada día. 

Mañana será otro día, nuestro Padre celestial nos dará las fuerzas que necesitemos para ese día. “Como tus días serán tus fuerzas”,

MARANATA.

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