El viento es uno de los grandes problemas del hombre. Hay países como USA, Australia, Cuba, Y España; que los vientos son inmensamente fuertes.
Los vientos de levante cuando alcanza la peninsular Ibérica, nos trae la arena del desierto y las lluvias torrenciales., las cuales nos causa grandes desastre.
A través de la historia Dios nos llama la atención a través de los profetas, por medio de Jesucristo, creo firmemente que la advertencia de nuestro pasaje cobra un significado real en nuestros días.
La advertencia hacia el verdadero creyente, “prestemos mayor atención a las profecías del último tiempo”. No te marches a la deriva, pues los vientos son peligrosos.
No te dejes arrastrar por los vientos de doctrina, no seas, arrastrado, y nos alejemos de la verdad presente. “Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído”.
Pablo teme que sus lectores dejen de reconocer la importancia trascendental de lo que fue dicho por Cristo. Dios nos habla a su pueblo, como habló a Israel en el desierto.
¿No sea manifestado Dios en el Israel espiritual? ¿No nos advierte de los peligros que corremos ante de su venida? ¿No estamos viendo como las iglesias se está uniendo para decretar un día donde el mundo descanse y la atmósfera sea mejor?
Muchos se dejan llevar por la corriente y esto es una forma mas de locomoción fácil y placentera, pero también es sumamente traidora y peligrosa para el cristiano.
No debemos pasar por alto ni olvidar lo que hemos oído y aprendido en la palabra de Dios. La palabra de Dios no debe de ser adulterada, como algunos la hace, pone y quita a su antojo.
Dios es Inmutable y no cambia. No se necesita ningún esfuerzo para ello, y cuando uno es llevado aguas abajo hacia una muerte segura, la sensación es de bienestar y contentamiento, y aun de somnolencia.
La expresión “deslicemos” que se usa en el texto, nos describe los barquitos de papel que se depositan en una bañera y van donde las olas lo quiere arrastra.
El barquito se mueve lentamente hasta que llega al desagüe.
El cristiano quiera o no siempre es influenciado por otras personas que son contrarias a su fe.
“Estos son los vientos contrarios” La ley de Dios no debe de ser adulterada ni abolida. El materialismo, el secularismo, el egoísmo, la pereza y la apatía, son los factores que corrompe al cristiano.
La advertencia es que no debemos que los “vientos contrarios” nos hagan perder nuestro rumbo.
MARANATA.
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