EL CRISTIANO CONFORMADO.

Pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Fil. 4:11,up, 12.

Aunque Pablo estaba en la prisión de Roma no quería ser una carga para sus hermanos de Roma y para los fieles de las demás iglesias. 

Pablo había aprendido las lecciones en algún momento de su vida, y continuamente había procurado ponerlas en práctica a partir de ese tiempo. 

Muchos hijos de Dios, están pasando por estrechez económicas, o tal vez por alguna enfermedad. 

Todos los que están pasando pruebas, inclusive el que os cribe, debemos soportar con paciencia las pruebas, ya que estas son para bien de nuestra alma. 

Pablo creía que todo era permitido por Dios para el bien de su alma.(Rom 8:28; 1º Cor.10:13; 2º Cor. 12:7-9). 

Los que han estudiado Historia de Roma, sabéis que la comida de los presos era los desperdicios de las hortalizas y carnes, pero Pablo estaba como ciudadano romano tenía unos privilegios que no tenía los esclavos. 

Pablo era un ejemplo de la adaptación. No hizo ninguna concesión al mundo hostil en el que vivía. 

Si Pablo se adaptaba a las circunstancias era debido al poder de la nueva vida que le había dado Cristo. Recuerdo cuando yo era de pocos años, la piel de las patatas cocidas con unas pocas hierbas recogidas en el campo era nuestra cena. 

Y “bendita cena” Dios nunca nos abandonó, eran tiempos de guerra y de hambre, de enfermedades, pero Dios nunca nos abandonó. 

Muchos cristianos están pasando por problemas similares que paso Pablo. Tenemos la promesa de que Dios no nos abandonará, por mal que lo pasemos. 

“No te dejaré ni te abandonaré, el que guarda a Israel” Heb.13:5. Con frecuencia la ira del mundo se manifestó en forma de prisión flagelación y traición.

Pablo no tenía seguridad física, pero la ley romana lo protegía hasta que fuese juzgado. Hoy día no hay que ir a la cárcel para pasar dificultades. 

La tenemos al lado de nuestra casa, incluso en nuestro vecindario. Todos estamos pasando por pruebas y dificultades. Así será hasta que Cristo aparezca en las nubes. 

Pero mientras tanto, nuestro deber como el de Pablo, es estar sumisos a la voluntad de Dios, y por ende predicar el evangelio. 

El mensaje de Pablo para nosotros es: “Saber vivir con lo que tenemos, y si podemos superar nuestras perspectivas para mejorar nuestra situación mejor.

Algunas personas se marchitan ante la adversidad y otras no pueden soportar la prosperidad. Debemos aprender a adaptarnos en las situaciones y a no dejarnos derrotar en esta vida.

MARANATA.

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