Todos cristianos tenemos luchas y batallas que ganar, Pablo no era la excepción. Es por eso que debemos orar los unos por los otros, no importa en que país estés.
Pablo estaba dotado de todos los dones especiales de un apóstol, aun así pedía las oraciones de los santos por el. España necesita las oraciones de sus hermanos del mundo, y viceversa. Hoy hay hermanos nuestro del Japón que lo están pasando muy mal a causa del terremoto.
También en Ecuador, en esta semana ha habido 50 terremotos en el mundo, entre los 3,5 6,7. Y en todos ellos hay cristianos que lo están pasando mal. Lo único que podemos hacer es orar por ellos, como los hermanos oraron por Pablo.
Estamos a las puertas de ver grandes eventos, tanto nacionales como internacionales, en este siglo XXI es necesario las oraciones intercesoras. Necesitamos saber que otros oran sinceramente por nosotros y con nosotros.
Dios tiene un conocimiento de los sucesos que van acontecer en un futuro inmediato (2º Cor. 1:11; Efe, 6: 18-19).
Dios desea que cada uno tenga su armadura puesta, lista para la acción. Pablo tenía su armadura puesta en todo momento.¿Creéis que Pablo no tenia sus luchas particulares?
¡Claro que si! Por eso necesitaba las oraciones de sus hermanos. Si tenemos nuestra armadura puesta, descubriremos que los asaltos de nuestro enemigo no tendrán poder sobre nosotros. Hay un libro que se titula el “ministerio de los Ángeles”Es maravilloso.
Ellos están con nosotros, nos ayudan en nuestras batallas, y nos salvan de grandes peligros. “Yo doy fe de ello” Muchas experiencias he tenido en mi vida, como vosotros las a veis tenido, por qué había hermanos que oraban por usted y por mi.
No nos conocemos en persona, pero si en el espíritu del Señor. Hay ángeles buenos y malos, Satanás quiere implantar su imagen en el hombre, y lo esta consiguiendo.
Se ha dispuestos seres
celestiales para que hagan su obra, ayudar a los hijos de Dios contra
la lucha encarnizada que tienen el hombre y mujeres que desean ser
fiel a Dios. La fidelidad no se cuestiona, o eres fiel a Dios o no
eres. Si descorriésemos la cortina y cada uno pudiera ver las actividades constantes de los ángeles celestiales para preservar a los hijos de Dios,nos asombraríamos.
Nuestro propósito debiera ser infundir la oración intercesora, por aquellos que sufren la cruel batalla de la fe, para estar firmes en aquel gran día, en que veremos a nuestro Salvador en las nubes. Amen.
MARANATA.
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