¿No sabéis que sois templos de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es. 1º Cor. 3:16-17.
Los griegos usaba pa palabra (naós) En el romance Castellano el termino naos, también se usaba para construyo los templos paganos que roma estaba plantando en Ispania.
Era la “vivienda de los dioses”. En su interior se colocaba la imagen del dios pagano o la diosa pagana.
Pablo dirige nuestra atención a lo que constituyen el edificio o templo espiritual.
Colectivamente forman el edificio espiritual de la iglesia, donde mora el espíritu de Dios.
Pablo amonesta a sus sucesores tanto de Corintio como a nosotros que no rebajemos las normas de la iglesia en ninguna forma.
En el corazón del hombre y mujeres, también hay un templo, en el
cual no se puede violar, ya que es la morada del Espíritu Santo; a
este pensamiento se le da él principal énfasis en 1º Cor.
6:19-20). El consejo de Pablo es la unidad del cristiano con el cuerpo de Cristo, como parte de esa familia.
La amonestación de Pablo, contra aquellos cristianos de todas las épocas, y mas con aquellos que son cismáticos que a solapadamente van bajando las normas de la iglesia.
Pablo les recordaba y nos recuerda a los seguidores de Jesús que el interés de Dios esta puesto -no en edificios, o ganancias, sino en la comunión espiritual la amistad y la unidad entre aquellos que aman al Señor.
El ministerio del Espíritu Santo es unir a los hermanos que esperan la segunda venida de Cristo. Aquellos que intenta corromper o distorsionar las normas de la iglesia, tendrán el pago que se merece.
El erudito griego A. T. Robertson dijo: “Aquí hay suficiente material de advertencias para hacer que cada pastor [o miembro] se tome una pausa ante de romper en pedazos una iglesia para vindicarse a sí mismo” (Word Poctures in the New Testament, t. 4. p. 99).
Dios advierte que los que destruyen la iglesia serán castigados. El Espíritu Santo, que la iglesia clama día y noche, por su derramamiento, y que están en la presencia de Dios son santos. Y que están en el libro de la vida y del cordero.
Moran en ellos el Espíritu Santo, porque claman de día y de noche.
La gracia para la purificación de la iglesia no son ataques destructivos o perjudicados contra los hermanos, o las doctrinas o las normas de la iglesia, sino el poder del Espíritu Santo en la vida de cada individuo que conjuntamente compone el cuerpo de Cristo.
La oración y el reavivamiento hará la labor de limpiar el “dificio de Dios”. Cuando el Espíritu Santo convence a los miembros de la iglesia de que deben cambiar ciertas cosas de la vida, la iglesia es convencida, reconvertida,reavivada y reconstruida sobre el fundamento de Jesucristo.
MARANATA.
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