Los judíos le hicieron una
pregunta a Jesús con doble sentido. La religión hebrea se expresaba
en las obras por eso los judíos contestaron ¿Qué debemos hacer?
Su
respuesta era un reconocimiento tácito de que comprendían que las
palabras de Jesús era una acusación contra los dirigentes. Los
dirigentes del pueblo de Israel hacían lo que querían, y eso no ha
cambiado en el siglo XXI por nuestros dirigentes.
Compra y vende a su
antojo, se creen que son los elegidos de Dios. ¿Pero que significa la
obra de Dios? Y ¿como podemos agradar a Dios? Que obras pueden
hacer los cristianos en beneficio de los demás, todos la sabemos,
como los judíos. Visitar a los enfermos, a las viudas, y a los
huérfanos.
En estas palabras Cristo presenta la verdad básica de
la salvación por la fe. Creer es el acto fundamental de la vida
cristiana. Ningún otro acto puede ser verdaderamente una “obra de Dios”, un hecho deseado por Dios, y, por ende, que le sea agradable, a nos que le preceda la fe, porque la fe coloca al hombre en la verdadera relación con Dios (Heb. 11:6).
Hay muchos cristianos
católicos que son sinceros y comprende el mensaje de Jesús, visitan
a los enfermos, a las viudas y a los huérfanos. Ademas dentro de su
esquema tienen fe en Jesús. Es por eso que Dios tiene un pueblo
grande en el mundo, que ahora no pertenece al pueblo de Dios.
Laodicea tibia, un poco arrogante creen como los judíos que serán
salvos. Este es un gran error.“Jesús comprende el problema. Cuando
estuvo en este mundo se le preguntó: “¿como debemos hacer el
bien?' ¿Cómo podemos agradar a Dios?
Lo judíos sabían los
requerimientos de la ley pero los escribas y fariseos imponía más
reglas a la ley. Y pensaban que Dios no los aceptaban. Cristo les
dijo: lo que agrada más a Dios era que desarrollasen la amistad
personal con El.
Sin dejar de hacer lo otro. Esta relación que debe
de tener todo cristiano con Dios es a través del Espíritu Santo.
Y cuando contemplamos a Jesús deseamos ser igual que El. Cuando adquirimos está nueva compresión, nuestra visión de Dios debe de cambiar.
Y cuando contemplamos a Jesús deseamos ser igual que El. Cuando adquirimos está nueva compresión, nuestra visión de Dios debe de cambiar.
Uno se sentirá mucho mas libre y estar en su presencia. Es
ahora en este tiempo donde vemos la manifestación del poder de Dios,
que debemos tener una relación intima con El.
Es el tiempo del
refrigerio, es el tiempo de estar con Jesús, mañana sería
demasiado tarde. “Se que habría muchos menos cristinos desanimados
si comprendieran este punto. Dios nos acepta, no porque hagamos
algo, sino porque El nos creó para ser sus amigos.
MARANATA.
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