lunes, 27 de marzo de 2017

LA MISERICORDIA DE DIOS.



Pasando Jesús de allí, le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: ¡Ten misericordia de nosotros, Hijo de David!Luc. 18: 38.
Jesús había realizado una cantidad de milagros. Había sanado a la mujer que tenía flujo de sangre; había levantado a la hija de Jairo de la muerte; la noticia se había extendido rápidamente por todo Israel. 
Cuando dejo la casa de Jairo dos ciegos lo siguieron. Anhelaban ver, y creían que Jesús les podía sanar. Las voces retumbaban ante la multitud, clamaron por misericordia. Jesús oyó el clamor de ellos. Dios es un Dios de misericordia.
De no haber sido así, jamás hubiera permitido que su Hijo muriese por nuestros pecados. 

La Biblia está llena de experiencias de su proceder misericordioso con la humanidad. No importa cual es tu condición, él te espera para darte salud, esperanza, y la vida eterna.
La vida de Jesús en la tierra fue una misión de misericordia. 

Alimentó a los hambrientos, sanó a los enfermos, porque su corazón estaba lleno de amor por ellos. Cuando el clamor de los ciegos llego a Jesús, se detuvo. Vinieron a él. 
Les hizo una pregunta. “¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dijeron: Sí Señor. Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho. “¡Tu puedes hacer lo mismo si tienes fe en Jesús”! Y los ojos de ellos fueron abiertos” (Mat. 9:28-30). 

Los que an viajado por el Oriente o por el norte de Africa, a beis visto ciegos por las calles. Y un niño los conduce. Este toma el extremo de una vara y el ciego el otro extremo. La vara es el único contacto que tienen el ciego. 

En mi mente me vienen algunos casos. Los ciegos vinieron a Jesús. Este es el primer paso para recibir las bendiciones de Dios. “¿Creéis¿” fue la pregunta de Jesús. Sin fe es imposible allegarse a Dios. Su toque es una caricia de amor “Conforme a vuestra fe” dijo Jesús. La creencia sin la fe no tienen resultados.

Tú, que estas leyendo esta Matutina, ”¿Crees en Jesús?” no importa que problemas tengas, sea grande o pequeño ves a él. Él tiene el bálsamo para tus heridas, sólo tienes que ir a tu pieza, o habitación, o en el campo y derrama tu corazón ante Jesús. Él te escuchara y conforme a tu fe, él obrara. 
La fe de los ciegos era grande. Sus ojos fueron abiertos y miraron el rostro del Hijo de Dios. 
Hay otra clase de ceguera, ésta es espiritual. 
Dios nos ha elegido para ser la vista de los ciegos. Vendrán cuando les hablemos de Jesús. Somos las “vara”, el contacto entre el ciego espiritual y el Salvador. 
De la manera como Dios ha tenido misericordia de nosotros al darnos vista espiritual, así será misericordioso con aquellos que llevemos a sus pies.

[Espero que me contéis vuestras experiencias con Cristo de buestro bautismo. cuentametuexperiencia.hotmail.com
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