jueves, 9 de marzo de 2017

EL VALOR DE LA ORACIÓN.


Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda la familia en los cielos y en la tierra. Efe. 3: 14,15.
El apóstol conocía el valor de la oración. Era la llave que abría los depósitos del cielo para él. Lo sostuvo en muchas pruebas mientras llevaba el Evangelio por Europa y asía. 

El ardiente deseo de su corazón era llevar la cruz de Cristo a cada familia y individuo, porque sabía que cada alma ganada para Cristo sería añadida a la familia de Dios. 

¡Qué maravilloso es tener una causa! Jesús tenía una causa. Era la redención de los pecadores Era la redención de los pecadores. Requirió su muerte en la cruz. 
Llevó su causa a una concusión exitosa mediante la oración y la sumisión a su Padre. 

“Pero no sea como yo quiero sino como tú”, oró Jesús (Mat. 26:39).Sin la oración Jesús habría fracasado en su causa. Debemos seguir el ejemplo de Jesús en todo tiempo. 

Su herencia para nosotros es su causa, la ganancia de almas, prepara un pueblo para la eternidad. Somos bendecidos cuando nos entregamos a su causa, En mis viajes he conocido gente que ha patrocinado causas diversas. 

He hablado con algunos de ellos que avergonzarían a muchos de ustedes que son creyentes por sus decisiones a su causa. Sacrificaron grandes oportunidades de tener un sueldo y un buen empleo. Dejaron sus hogares para dedicarse a la obra de Dios. 

Sufrieron muchas dificultades; y muchos han muerto por el. Otros ya están jubilados. 
Conozco a empresarios que amasaron una buena fortuna, pero nada se llevaron a la tumba. Lo sacrificaron toda una vida para nada. Estos hombre estaban dispuestos a hacer todo que estuviese a su alcance para ser más ricos y poderosos. 

Otros dieron su trabajo y tiempo para el Señor. 
Gastaron todos sus recursos, dieron terrenos para construir iglesias. Conocí a un matrimonio que ayudo a muchos de sus hermanos en Cristo, muchos de ellos no le devolvieron el dinero, otros casi todo y otros todo, era un matrimonio de oracion. 

Murieron pobres pero felices, con la satisfacción de haber ayudado a sus hermanos en Cristo que eran mas pobres que ellos. Hay personas que nos da ejemplo en esta vida. Hombre de oración y de acción. 
En todo tiempo que oréis, si vuestras oraciones son sinceras, habrá nuevos sentimientos y nuevo significado en vuestras vidas. 

 Y esto osdara nuevo valor para enfrentar la vida. ¡Cuán cierto! Y estos nos unira antes de la venida de nuestro Señor Jesucristo.

[Espero que me contéis vuestras experiencias con Cristo de buestro bautismo. cuentametuexperiencia.hotmail.com
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