EL HUMILDE HOMBRE DE DIOS

Y dijo Samuel: Aunque eras pequeño en tus propios ojos,¿no has sido hecho jefe de la tribu de Israel, y Jehová té ha ungido por rey sobre Israel. 1º Samuel 15-17

Se cuenta la historia de un anciano que vivía en la Edad Media. Una edad convulsiva por las guerras de religión, y por el fanatismo religioso de la época. 

En cierta ocasión se le presento al hombre un ángel, este hombre, estaba recostado en un árbol frondoso. El ángel le ofreció el don de hacerle bien a las personas, a través de un milagro. 

Mirando el hombre al ángel le dijo: ¿Que voy hacer con el? Mi orgullo se levantara como la palmera. Y dijo con bondad: No lo acepto, ya que el temía perder su humildad. 

El ángel insistió, Le ofreció el poder de convertir a los hombres, El anciano con paciencia le contesto lo rechazó, 
En su sencillez dijo: explico que la conversión del hombre era la gran obra del Espíritu Santo. 

El ángel volvió insistir y se le ofreció la dignidad un modelo de hombre bondadoso, pero el hombre nuevamente se sintió indigno. 

El Ángel pensativo le propuso que le dijera qué bendición deseaba como regalo de Dios. 

El hombre bajo la cabeza, y por unos momentos respondió al ángel: “Que pueda tener la gracia de hacer bien a los hombres y mujeres sin saberlo yo” Que diferencia con el rey Saul y con el pueblo de Israel. 

Su orgullo y su arrogancia hicieron que Israel desapareciera de la historia de este mundo. (las diez tribus) Saul era humilde, pero poco apoco su orgullo se alzo contra Dios. 

La humildad es dada por Dios al hombre, junto con otros dones. Pero el orgullo religiosos que ha arruinado a muchísimas personas traerán a la ruina a las naciones. 

Creo con sinceridad que el cristiano debe andar primero con Cristo, para después demostrar su humildad ante el mundo.Saul no lo demostró, sino que su arrogancia lo llevo a su ruina. 

No confió en Dios, ni en el consejo de Samuel. “Se dice que los hombres más grandes son también los más humildes. “Yo no esto de acuerdo con este concepto.

En mi experiencia, he visto más arrogancia en hombres de gran posición, que en hombres y mujeres mas humildes. “¡No es todo oro lo que reluce!” 

Saul había recibido la evidencia indudable de que el Señor lo amaba y que sería su ayudado constante. 

Nunca podría acusar a Dios de que conociendo su naturaleza egoísta le dio todas las oportunidades para vencer los malos rasgos de carácter. 

Pero se revelo contra su Señor. Lo único que Dios quiere es nuestra obediencia para ser moldeados por el Espíritu de Dios. 

Saul rehusó esta obediencia. Dios hace lo mismo con su pueblo: ¿Seremos cómo Saul? O “¡nos volveremos a Dios!”

MARANATA.

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