No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada. Mateo 10:34.
¿Quien no anhela la seguridad de estar tranquilo y sin problema en esta vida?
A todos nos gustaría tener una buena cuenta de ahorros, un buen plan de jubilación y un hogar tranquilo y feliz.
Creo que no hay nada malo en desear estas cosas, pero con frecuencia no es la realidad de un cristiano consagrado a Dios. “¿Dónde se ha encontrado Dios con el hombre? ¿En la intimidad del hogar?
En la solead, en el viento, en la oscuras cueva. En el Sinaí, entre truenos y relámpagos, se pronuncia la palabra y se da los diez mandamientos.
Moisés solo tienen que transmitir el mensaje que Dios le dio. Cristo intentaba disipar la opinión errada que, evidentemente, tenían algunos discípulos de que el mensaje que había de predicar produciría armonía como único resultado.
No debía sorprenderse si, en el transcurso de su trabajo misionero de casa en casa, surgían diferencias como resultado de su misión.
El hombre a través del tiempo han luchado contra las dificultades y adversarios, externos e internos, Dios se presentó poderosamente para renovar la vida de los hombres.
Sim embargo, cuando una persona hace la paz con Dios, (Rom.5:1), con frecuencia el mundo la considera enemiga (1ºJun. 3-,12-13).
Cristo vino a poner a los pecadores en paz con Dios, pero al hacerlo inevitablemente causó la discordia entre ellos y los que se negaron a recibir la oferta de paz (Mat. 10:229.
El cristiano nunca debería buscar la paz que se logra mediante componendas (regalos, puestos de empleo etc.) con la maldad o con este mundo.
En alguna ocasiones os en contado mi experiencia con la masonería, pero la lealtad a Dios no tiene precio. La paz del mundo cuando va contra Cristo, no es paz, sino guerra, esa paz no es buena.
Para el verdadero cristiano, no se trata de un asunto de paz a cualquier costo.
“Cuando tú (Dios) me veas en peligro de anidarme con el mundo -con tierna piedad- pon una espina en mi nido para avisarme que voy por mal camino”.
Nuestro texto sugiere que el Evangelio originará conflictos, en tu casa y fuera de ella. Así es. Hay algo en la pureza y consagración del cristiano, que comparte la fe y su consagración para salvar almas errantes.
Jesús nos explica el evangelio, que con frecuencia que ese conflicto será desgarrador.
“Los enemigos de los hijos de Dios serán los de su casa”.
Los mayores conflictos han sido entre religiones, y desde 538 hasta nuestro días ha sido la iglesia dominante en Europa. Pero Dios da la libertad a los que se ha llegan a él.
MARANATA.
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