GRANDES EVENTOS

Y el año que murió el rey Uzías, vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime; y el borde de sus vestiduras llenaba el templo. Isaías 6:1

En nuestro tiempo y dentro del cristianismo moderno hay un gran problema. 


Lo estamos viviendo cada momento en la iglesia remanente, “yo os pregunto” 

¿Cuál consideráis el problema espiritual más común dentro de nuestra iglesia? ¿Es el temor? ¿es la duda? ¿es la falta de amor? ¿ es la falta de fe? 

¿Tal vez el gran problema sea que oramos poco, y pedimos poco? Cierto es que todos son importantes, a la hora de valorar nuestra espiritualidad. 

Lo que ocurre en nuestras vidas es que en nosotros no ha ocurrido algo espectacular. 

Hay otra pregunta que os quiero hacer: ¿Se necesita ser ungido para proclamar la gran obra de Dios en la tierra? 

Saul como David fueron ungidos por Samuel. Elías ungió a Jehú como rey. 

Cristo debía ser ungido por Dios el Padre por medio del Espíritu Santo (Hecho. 120:38). 

La gran obra de Cristo en la tierra era la predicación de las “buenas nuevas” Cristo fue de lugar en lugar predicando el mensaje de perdón y aceptación de parte de Dios (Luc. 4: 14-15, 21, 31, 43-44; 5:32; 6:20; 8:1 etc). 

Cuando bajamos a las aguas del bautisterio, y subimos el Espíritu Santo nos capacita para hablar a los hombres y mujeres de la venida de Cristo. 

Los que se entregan a Cristo para llevar alivio a las almas, son anotados en los registros del cielo, como buen siervo que sirve a su Señor. La vida del cristiano tiene que ser alegra, y con esa alegría llevar las buenas noticias al mundo.

¿podemos en verdad suponer que la vida ha de ser triste, embotada y muerte? Cuando consideramos a Dios y sus asombrosos caminos, ¿podemos seguir siendo felices con los pensamientos insustanciales y con la falta de acción? 

Ah no, no podemos, porque cada día nos desafían los grandes momentos que cambiarán completamente nuestro curso, si así lo permitimos. 

Recordemos a Isaías en el templo. Estaba solo, meditado en las cosas del Señor, paso por una gran experiencia tan grande que cambió toda su vida. 

El vio al Señor alto y sublime. Ver a Dios constituye el más emocionante momento en la vida de un cristiano. Pero hay otros momentos que pueden constituir escalones que nos lleve a tener una gran experiencia con Cristo. 

Muchos van a tientas en la oscuridad y agonizan por conocer la verdad. 

Entonces, finalmente, la luz de la aurora amanece y ellos dan su corazón al Maestro. 

Todos, (?) Porque tu as aportado tu grano de arena en la causa del Señor. Tenemos una gran obra que hacer. Cristo en nosotros es la semilla de la nueva vida. 

MARANATA.

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Notificación: Estimados lectores de este blog. Oren por mi salud y por este proyecto Sal. 62: 7