LOS MÁRTIRES DEL TIEMPO.

El que hallare la vida, la perderá; más el que perdiere su vida por causa de mí, la hallará. Mateo. 10:39

Una gran mayoría de la humanidad piensa que alejarse de del hogar, encontraran más gozo de aquellas cosas que, desde el punto de vista humano, son esenciales para la felicidad y el contentamiento a fin de disfrutar de ellas. 

No siempre se encuentra la felicidad fuera de la familia. Muchos jóvenes piensa que al abandonar su hogar hallaran la verdadera felicidad. Pero no siempre es así. 

Tenemos ejemplos en la Palabra de Dios, el hijo prodigo. Pero muchos jóvenes experimenta la amarga experiencia y la verdadera realidad cuando caen víctima de las drogas, o se gastan todo sus vienes en los placeres de la vida. 

Desean una vida cómoda y llena de felicidad, pero cuando pasan los años sedan cuenta de su fracaso. 

Se un caso concreto, por respeto a su intimidad no mencionare su nombre: 

Este joven se marcho a estudiar una carrera, se fue a Madrid la termino. Más tarde decidió estudiar otra carrera y después otra. 

Hoy se encuentra con años y está trabajando en una obra. Se fue de su casa, no acepto los consejos de sus padres y hoy se encuentra sólo. 

Como este ejemplo hay muchos en este mundo. Se de otro Jóvenes que estudiaron y se prepararon para llevar el evangelio a otros lugares, algunos de ellos no volvieron más a su casa. 

Desde los días apostólicos, millones han arriesgado sus vidas por ser leales a Dios. Pero nuestro texto nos asegura que los que han perdido su vida por Cristo, la hallarán. 

¿Cómo es esto?El que esta dispuesto a prescindir de los placeres de esta vida y de la recompensa de esta vida, y eligen “antes ser maltratados, por otras religiones o estados intolerantes, por causa de la palabra vivirán o serán resucitados con la segunda Venida de Cristo. 

 En Inglaterra y concretamente en Oxford, hay un monumento que conmemora a tres mártires protestantes. 1º Ridley y Latimer que murieron en 1555 y el otro fue puesto en la hoguera por la santa Inquisición en el año 1.556. 

Las llamas en que murieron hoy alumbra todo el mundo. Pero ésta no es la única inmortalidad que gana los mártires. 

Dice Juan: vio “una gran multitud” delante del trono de Dios que eran “los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del cordero” (Apc. 7:14). 

El Dios al que siguieron no les ha olvidado. Hoy no hay hogueras, ni mártires, 

¿por qué? Hoy día hay muchos misioneros que están alumbrando al mundo con el Evangelio de Dios, que han renunciado a su hogar y lo dan todo por Cristo. 

Hay una lucha en el mundo entre dos bandos, los que están por Cristo o los que están por el rey de este mundo.

MARANATA.

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