Y la casa que tengo que edificar,
ha de ser grande; porque el Dios nuestro es grande sobre todo los
dioses. Más, ¿quién será capaz de edificarle casa, siendo los
cielos y los cielos de los cielos no pueden contenerlo?
¿Quién, pues, soy yo, para que le edifique casa, sino tan sólo para quemar incienso delante de él? 2º Crón. 2:5-6
¿Quién, pues, soy yo, para que le edifique casa, sino tan sólo para quemar incienso delante de él? 2º Crón. 2:5-6
En cierta ocasión, le pregunto
un niño a un siervo de Dios: “¿Cuántos ojos tiene Dios?” “dos
fue la respuesta” El niño pregunto: “¿Lo ve todo?”
A lo que
contesto el predicador. El escruta lo más profundos secretos del
corazón humano y su mirada abarca todo el universo.
El niño no se
quedo muy satisfecho y le pregunto: “¿Tiene oídos Dios?” La
respuesta fue: Escucha el más desfalleciente gemido del más débil
de los hombres”.
Pero el niño no quedo satisfecho con las
respuesta del predicador: “¿Tiene brazos y manos?” La respuesta
fue: Con sus brazos sostuvo la cruz, y en sus manos nos lleva
esculpidos.
Y agrego el predicador: “Sostiene el mundo con la palma
de su mano”.“El niño fijo sus pequeños ojos al predicador y le
dijo: “¿Me quiere Dios, siendo tan travieso?”
la respuesta fue:
De tal manera Dios a ma al mundo, que dio a su Hijo por amor a ti.
¡Ah! Exclamo el niño, ahora puedo dormir tranquilo. Salomon era sincero en su corazón, y no hay cosa que más admire Dios que un corazón sincero.
¡Ah! Exclamo el niño, ahora puedo dormir tranquilo. Salomon era sincero en su corazón, y no hay cosa que más admire Dios que un corazón sincero.
Salomon sabía que ningún templo construido por el
hombre podría sostener al Dios. Pero sí sabía que Dios podría
habitar en el corazón humano, si este se volvía a Dios. El hombre
debe de ser como niño, sincero dentro de su corazón.
Pero Dios no
forzara la entrada del corazón del hombre, sino que dice: “He aquí
yo estoy a la puesta y llamo; si alguno oye mi voz y abriere la
puerta, entraré a él.” El no vendrá por un día, porque dice:
“Habitaré y andaré con ellos;. . .y ellos serán mi pueblo.” El
niño comprendió que habitaría con el, mientras el lo deseara con
todo su corazón. Abecés hacemos a Dios demasiado pequeño.
¡Cuán
cierto es!Aun el más fiel y creyente de nosotros tiene un concepto
mezquino y disminuido de Dios. Si no fuera así, ¿por qué nos
afligimos? ¿Por qué nos enojamos tanto? ¿Por qué desconfiamos
dudamos tanto continuamente?
Si nuestro concepto de Dios fuera
suficientemente grande nunca dudaríamos
ni volveríamos a angustiarnos, porque entonces estaríamos convencidos de su poder, amor y gracia ilimitados.
ni volveríamos a angustiarnos, porque entonces estaríamos convencidos de su poder, amor y gracia ilimitados.
No puedo describir a Dios con palabras
humanas, Dios es amor y donde hay amor hay redención.
Solamente la eternidad revelará su completa grandeza;
Solamente la eternidad revelará su completa grandeza;
pero a medida que te
relaciones con el Dios de amor y estudies su Palabra finalmente,
recibirás una imagen cada vez más fiel del verdadero Dios y no
servirás más a un Dios demasiado pequeño.
Tanto Tú como yo debemos ser como niños, para comprender el amor de Dios.
MARANATA.
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NOTIFICACION A LOS
LECTORES.
Notificación: Estimados lectores
de este blog. Oren por mi salud y por este proyecto Sal. 62: 7
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