viernes, 4 de octubre de 2019

EMBAJADORES DE CRISTO.


Así que somos embajadores de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. 2º Cor. 5:20.
En muchas iglesias cristianas los dirigentes de la iglesia se siente tentados a veces a promover el celo religioso con un mero recurso para fortalecer el presupuesto. 

Otros dirigentes insta a la congregación a dar grandes donativos, aveces para su propio beneficio. Esto es muy usual en los Estados Unidos. Pero la realidad es otra, el mensaje que Cristo nos da es claro y sencillo. 

El embajador debe de ser una persona coherente, una persona llena de dignidad y experiencia, y por lo tanto investida de autoridad. A lo largo de mi vida cristiana, e visto cristianos que se creían con autoridad en la palabra de Dios, lejos de la realidad. 

Quieren dar las profecías de una sola vez, y así explica todo lo concerniente a la venida de Cristo, y lo concerniente a la gran Babilonia. 

Los embajadores de Cristo, son personas humildes, son hombres y mujeres unidos con Cristo y por su causa. “Porque nosotros, colaboradores somos de Dios; y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios” (1º Cor. 3:9).

Estos hijos de Dios, se distingue por su fidelidad (1º Cor. 4:1-2; 1º Tim. 1:12), 
su celo, su compresión personal de las grandes verdades del Evangelio que conocen por experiencia, y por su diligencia en estudiar, en orar, en ganar almas y en la edificación de la iglesia. 

No hay mayor dignidad ni mayor honor que ser embajador de Cristo y del reino del cielo. Reconocemos que el tema central del Evangelio es “Cristo reconciliando al mundo a sí” 

Los que han sido reconciliados tratan de expresar el amor divino que hay en su corazón. Sabe que el tiempo que le queda al hombre es breve, y su misión es proclamar que el reino de Dios esta cerca.

No es en ningún sentido un sacerdote intermediario, ¡No! Pues hay “un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre” (1º Tim. 2:5). 

Pero con tanto que hacer y la urgencia de la última hora que nos apremia, todos los hijos de Dios de buena voluntad deben alistarse en esta cruzada de evangelizar al mundo que perece. 


Otra convicción que mantiene la fe vigorosa y el amor puro es saber que la iniciativa corresponde a Dios. La obra de redención es divina. 

A nosotros nos toca la gloria de cooperar en su gran obra; pero debemos refrenar constantemente la tendencia 
humana a rebelarnos contra Dios y tratar de manejarlo para que se avenga a los planes humanos.

Que no seamos dominados por nuestros impulsos, o por nuestra inteligencia humana. Dios obrara en nosotros para terminar la proclamación del Evangelio.
MARANATA.
http://meditacionesmatinales.bslogspot.com
http://lecciones-biblicas.blogspot.com
http://judaislacris.blogspot.com
http://historiaybiblia.blogspot.com
http://segunda venida apocalíptica
http://viajes a través del tiempo y del espacio
NOTIFICACION A LOS LECTORES.
Notificación: Estimados lectores de este blog. Oren por mi salud y por este proyecto Sal. 62: 7

No hay comentarios:

Publicar un comentario