Os aseguro hermanos,
por la gloria que de vosotros tengo en Cristo Jesús Señor nuestro,
que cada día muero. 1º Cor. 15: 31.
La expresión de
Pablo “Os aseguro” es una traducción libre de la partícula
griega (Né) usada para manifestar una vigorosa afirmación, en
cuanto a la certeza de lo declarado.
Aveces suele
representarse a los victoriosos personajes de la Biblia con alas y
aureolas. Pero pasamos por alto sus conflictos, sus pruebas y sus
angustia, y solo vemos los triunfos bien sea en el Sinaí, o en el
monte Carmelo, incluso vemos más aya durante el Pentecostés y en el
Areópago con Pablo.
Cuando estudiamos a
Pablo vemos que Pablo esta manifestado su máximo orgullo, al morir
cada día. Pablo no se atribuye el merito a si mismo por su obra,
sino atribuye su acción fructífera a nuestro Señor Jesucristo.
La vida del gran
apóstol de los gentiles estaba tan llena de pruebas, persecuciones,
peligros y penalidades, que podía haber percibido como una muerte
en vida. (Rom. 8:26; 2º Cor. 4:8-11).
El apóstol dice: “Cada día muero. Su voluntad y sus deseos combatían cada día con su deber y la voluntad de Dios” (CBA.802; Testimonies. t. 4. p.299).
El apóstol dice: “Cada día muero. Su voluntad y sus deseos combatían cada día con su deber y la voluntad de Dios” (CBA.802; Testimonies. t. 4. p.299).
A lo largo de toda
su vida de servicio fiel para su Salvador con quien se había
encontrado hacia Damasco, Pablo descubría que su antigua naturaleza
no regenerada luchaba reclamando el poder de Cristo para reprimir su
naturaleza. (Rom. 8:6-8.13; Efe. 4:22).
“Al igual que el
atleta, yo castigo mi cuerpo, lo trato con dureza y le enseño a
hacer lo que debe y no lo que quiere” (1º Cor. 9:27). Hay que
morir cada día y someter el cuerpo a un poder superior significa
literalmente rechazar los deseos y los impulsos
egoístas por medio
de una severa disciplina. La vida cristiana es una constante lucha
bien simbolizada como una batalla y una marcha, sin lugar de descanso
hasta que Jesús venga.
Solo los que obtiene
la victoria por la fe, logran fortalecer su Espíritu. El cristiano
debe de mirar hacia las estrellas , esa es la lucha del cristiano,
allí en la constelación de Orión esta nuestro destino. Pablo dice:
He peleado la buena batalla, he acabado mi carrera, he guardado la
fe.
El pensamiento de
Pablo estaba en la resurrección y la vida gloriosa de la cual es el
comienzo, que sostiene a los creyentes de todas las épocas. No es
fácil morir al yo. Pero es mucho más perjudicial vivir para el yo.
Aunque los
conflictos de la vida sean intensos, la victoria es nuestra porque
Jesús lo ha prometido. ¡Muramos al yo hoy para poder vivir mañana.
Maranata
Les
agradezco sus oraciones, no estoy muy bien, pero por la gracia de
Dios se que me recuperare de la vista. Sigan orando por mi
recuperación. Que la paz de Nuestro Señor Jesucristo sea con
ustedes.
Luis
José de Madariaga.
La
Biblia a través del tiempo.
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segunda venida apocalíptica
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