sábado, 15 de noviembre de 2014

SI MORIMOS CADA DÍA, VIVIREMOS CADA DÍA.


Os aseguro hermanos, por la gloria que de vosotros tengo en Cristo Jesús Señor nuestro, que cada día muero. 1º Cor. 15: 31.

La expresión de Pablo “Os aseguro” es una traducción libre de la partícula griega (Né) usada para manifestar una vigorosa afirmación, en cuanto a la certeza de lo declarado.

Aveces suele representarse a los victoriosos personajes de la Biblia con alas y aureolas. Pero pasamos por alto sus conflictos, sus pruebas y sus angustia, y solo vemos los triunfos bien sea en el Sinaí, o en el monte Carmelo, incluso vemos más aya durante el Pentecostés y en el Areópago con Pablo.

Cuando estudiamos a Pablo vemos que Pablo esta manifestado su máximo orgullo, al morir cada día. Pablo no se atribuye el merito a si mismo por su obra, sino atribuye su acción fructífera a nuestro Señor Jesucristo.

La vida del gran apóstol de los gentiles estaba tan llena de pruebas, persecuciones, peligros y penalidades, que podía haber percibido como una muerte en vida. (Rom. 8:26; 2º Cor. 4:8-11). 

El apóstol dice: “Cada día muero. Su voluntad y sus deseos combatían cada día con su deber y la voluntad de Dios” (CBA.802; Testimonies. t. 4. p.299).

A lo largo de toda su vida de servicio fiel para su Salvador con quien se había encontrado hacia Damasco, Pablo descubría que su antigua naturaleza no regenerada luchaba reclamando el poder de Cristo para reprimir su naturaleza. (Rom. 8:6-8.13; Efe. 4:22).
Al igual que el atleta, yo castigo mi cuerpo, lo trato con dureza y le enseño a hacer lo que debe y no lo que quiere” (1º Cor. 9:27). Hay que morir cada día y someter el cuerpo a un poder superior significa literalmente rechazar los deseos y los impulsos 
egoístas por medio de una severa disciplina. La vida cristiana es una constante lucha bien simbolizada como una batalla y una marcha, sin lugar de descanso hasta que Jesús venga.

Solo los que obtiene la victoria por la fe, logran fortalecer su Espíritu. El cristiano debe de mirar hacia las estrellas , esa es la lucha del cristiano, allí en la constelación de Orión esta nuestro destino. Pablo dice: He peleado la buena batalla, he acabado mi carrera, he guardado la fe.

El pensamiento de Pablo estaba en la resurrección y la vida gloriosa de la cual es el comienzo, que sostiene a los creyentes de todas las épocas. No es fácil morir al yo. Pero es mucho más perjudicial vivir para el yo.

Aunque los conflictos de la vida sean intensos, la victoria es nuestra porque Jesús lo ha prometido. ¡Muramos al yo hoy para poder vivir mañana.
Maranata
Les agradezco sus oraciones, no estoy muy bien, pero por la gracia de Dios se que me recuperare de la vista. Sigan orando por mi recuperación. Que la paz de Nuestro Señor Jesucristo sea con ustedes.
Luis José de Madariaga.
La Biblia a través del tiempo.
http:// segunda venida apocalíptica 

No hay comentarios:

Publicar un comentario