A los cielos y a la
tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto
delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge,
pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia. Deut. 30:19.
Estas palabras las
pronunció un anciano de 120 años que tenía tanta salud y energía
como una persona de de setenta. Moisés conocía por experiencia
personal la verdad de este versículo.
Muchas personas al
leer este pasaje, piensa en una bendición futura, lejos de la
realidad, la recompensa de este pasaje esta en el camino de la
obediencia y amar a tu Dios. El mar a Dios estaría la vida de Israel
espiritual.
Llevar una vida
inspirada y dirigida por el amor de Dios es heredar la vida eterna.
Las posibilidades de vida para cada hombre se reducen a dos. Una es
amar a Dios con todas las facultades. Y el resultado final es la vida
en toda su plenitud, una vida que acaba su plenitud.
La otra alternativa
es desacatar la buena voluntad de Dios, dedicando la vida a las cosas
de esta tierra. Las consecuencias de esta vida transcurre en los
placeres de este mundo, y como consecuencia la muerte eterna.
Si elegimos la
primera opción, las bendiciones que reciben los que obedecen la ley
de Dios son de vida eterna. Se que habrá muchos cristianos que
hallan experimentado la paz de Dios en un momento de su vida. Yo doy
fe de ello, una paz que no se puede explicar, solo sentir.
Se que la lucha del
cristiano es dura, muy dura luchar contera los elementos del pecado.
Pero se que Dios, él gran Dios, nos a dado las herramientas
adecuadas para vencer. Los que obedecen la ley de Dios (todos los
mandamientos establecidos en Exodo 20; Deut. 5), recibían una
bendición muy especial.
Moisés hablaba a su
pueblo del amor de Cristo y del Padre, esa era su conversación
diaria. No hablaba de los problemas o de la última moda de los
Moabitas, o cananeos. Cuando hablamos de las cosas del Señor, de
los proyecto que se puede hacer para adelantar su obra, nuestro
corazón palpita de gozo.
Pero la pregunta es:
¿Cómo nos sentimos por haber secularizado el sábado? (Es el paso
de un tema religioso a uno mundano). Hablo bajo mi perspectiva,
cuando oigo a mis hermanos hablar de estos temas me siento mal, pero
muy mal, me tengo que salir afuera del recinto. Es como si te dan un
helado dulce y otro amargo dentro del cucurucho.
Cuando estudiamos la
Biblia el tema principal es Cristo y su amor, y por ende la
obediencia a su ley. Debemos hablar menos de nosotros, y hablar más
del Señor. En la viña del Señor hay trabajo para cada uno de
nosotros. La verdadera religión está exenta de egoísmo.
El espíritu
misionero es un espíritu de sacrificio personal, como lo tuvo
Moisés. Hemos de trabajar donde Dios nos ponga, el trabajo,
escuelas, cocinando, incluso en aquellas personas que se dedican a
trabajar en las casa de esas personas pudientes. El campo es grande,
Moisés tenia el desierto, nosotros el desierto de las naciones. Las
bendiciones están aseguradas para los fieles obreros.
Maranata
Les
agradezco sus oraciones, no estoy muy bien, pero por la gracia de
Dios se que me recuperare de la vista. Sigan orando por mi
recuperación. Que la paz de Nuestro Señor Jesucristo
sea
con ustedes.
Luis
José de Madariaga.
La
Biblia a través del tiempo.
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segunda venida apocalíptica
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