Jesús le dijo:
Amaras al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y
con toda tu mente. Mate. 22:37.
Jesús cita aquí de
Deut. 6:5, Luc.10:27. Mediante el poder de la gracia de Cristo, una
persona pueda comenzar a observar los preceptos de la ley divina,
debe tener amor en el corazón (cf. Rom. 8:3-4). La obediencia a Dios
que no nace del amor es tan imposible como inútil.
Donde existe el amor de Dios, la persona automáticamente pondrán su vidas en armonía
con la voluntad divina, como están expresada en sus mandamientos (ver.
Juan 14:15; 15:10). Es entonces a partir de este momento, los que
están decididos a darle el primer lugar a Cristo, harán caso de la
orden que se nos da en el versículo de hoy.
Es muí posible que
“exista el grave peligro de dejar que la tensión y la agitación
del día, nos absorba el tiempo y que nos olvidamos de la ley de
Dios, y dejemos nuestra vida espiritual a un lado”. La semejanza
radica en que los dos principios de la ley se basan en el amor a Dios y a tu “tu
prójimo”.
Las grandes
preocupaciones, los placeres de la vida, y adquirir una buena
posición el el trabajo, nos hace olvidar y ver la cruz.
No tenemos tiempo
para entrar en nuestra pieza, y orar con Dios por largo tiempo, tal
practica cuando se pierde los problemas surgen.
Comprendemos mal la gracia, comprendemos mal el amor al pro gimo, por lo tanto, no comprendemos el amor de Dios, porque lo abandonamos. (ver esquema de la gracia). Cuando comprendamos este problema, habremos comprendido el perdón y la gracia de un Dios de amor. Yo me pongo el primero.
Uno de los peligros
de este siglo de la fe del cristiano no es el
ateísmo, sino el
secularismo. El hombre por muy ateo que sea, a la hora de morir se
acuerda de un Dios, "demasiado tarde". El descuido de una comunión
constante, nos ara olvidar de los deberes del cristiano.
Muchos dicen: El tiempo no me llega, estoy absorto en mis problemas,
en la casa, en el trabajo, que cuando llego a casa caigo rendida/o, y
eso sin contar nuestra relaciones de pareja.
Nosotros estamos
debajo de la cruz, Cristo esta en el centro, nosotros tenemos que
llegar al centro de la cruz para comprender la gracia salvadora; el
resto del camino lo aras con Cristo.
Es entonces que tu y yo habremos comprendido la gracia salvadora, y tus actos sera ayudar a tu hermano, al enfermo y a la viuda.En tonces diremos: Ya no vivo yo, más mive Cristo en mi.
Es entonces que tu y yo habremos comprendido la gracia salvadora, y tus actos sera ayudar a tu hermano, al enfermo y a la viuda.En tonces diremos: Ya no vivo yo, más mive Cristo en mi.
Esto es comprender
el testo de memoria que tenemos hoy. “Amaras al Señor tu Dios de
todo tu corazón” Amen.
Maranata
Les
agradezco sus oraciones, no estoy muy bien, pero por la gracia de
Dios se que me recuperare de la vista. Sigan orando por mi
recuperación. Que la paz de Nuestro Señor Jesucristo
sea
con ustedes.
Luis
José de Madariaga.
La
Biblia a través del tiempo.
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segunda venida apocalíptica
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