Y todo el que se
esfuerza por vencer es temperante en todas las cosas. Eso lo hace
para obtener una corona corruptible; pero nosotros una incorruptible.
1º Cor. 9:25, versión inglesa.
La palabra griega
que se traduce en el texto es agonizomai, se traduce como “lucha”
, “contender”, “pugnar”, “esforzarse”, (ver Luc. 13:24).
Jesús usó el mismo término cuando instó a los oyentes
diciéndoles: “Esforzaos a entra por la puesta angosta”.
¿Puede haber un
lenguaje más fuerte para oponerse a los lemas modernos, tales como:
“Sigue tus inclinaciones” o Haz lo que te plazca”? Estos y
otros conceptos similares de la juventud que se basan en la filosofía
de la “permisividad”, que es muy fácil de enseñar y de aceptar.
¡Algunos cristianos
sinceros han llegado a creer que cuando tienen que luchar consigo
mismos se debe a que algo anda mal en ellos! El cristiano que se esta
esforzando por conquistar el premio de la vida eterna, debe seguir un
programa que en algunos aspectos se parece al de los competidores de
los juegos Olímpicos.
El que desea ser
tenido en estima por el Señor en el día final, necesita valor, fe,
perseverancia, abnegación, y laboriosidad; debe esforzarse como lo
hacen los atletas que compiten por los honores terrenales, que son
efímeros. (Mat. 24:13; Lucas 13:24; Fil. 3:13-15; 1º Tim.6:12; 2º
Tim. 2:4-5 4:7; Heb. 12:1-4; Sat. 1:12; Apoc. 2:10).
La corona que da el
mundo está hecha de hojas, es la guirnalda que se da a los
vencedores como señal de victoria. Pero la corona que tendrán los
hijos de Dios son de diamantes y de perlas, cosa que hombre no a
conocido.
¡Que diferencia
incalculable entre la recompensa del vencedor en los juegos griegos y
la de los cristianos victoriosos! ¡Cuan afanosamente corre los
hombres y las mujeres en busca del éxito
temporal, y hasta
qué grado de incomodidad y aun de sufrimientos están dispuestos a
someterse con tal de ser famoso dentro de su ámbito o incluso del
mundo.
Dios exige que los
suyos comprendan bien la necesidad de una reforma en su vida, y la
practiquen en un estricto dominio propio en todo lo que tiene que ver
con la conservación de la salud y por ende de la espiritualidad.
El cristiano lleno
del amor por el Salvador no permite que lo domine sus apetitos y
pasiones; por el contrario, en todo acepta el consejo que Dios ha
dado para su vida mental, física y espiritual. El que se niega a
abandonar hábitos crónicos de complacencia nociva, no importa de
qué clase sean, ¿cómo puede esperar que será bendecido por Dios y
que recibirá la corona, y aun más, el reino de la gloria divina?
Debido al amor de
Dios por sus hijos, continuamente se renueva y magnifica en ellos la
gracia para que puedan resistir las tentaciones de este mundo.
Cristo nos dará todo lo que pidamos para formar el carácter de Cristo en nosotros, el poder esta asegurado y la victoria es segura. (Sant. 4:6).
Cristo nos dará todo lo que pidamos para formar el carácter de Cristo en nosotros, el poder esta asegurado y la victoria es segura. (Sant. 4:6).
Maranata
Les
agradezco sus oraciones, no estoy muy bien, pero por la gracia de
Dios se que me recuperare de la vista. Sigan orando por mi
recuperación. Que la paz de Nuestro Señor Jesucristo sea con
ustedes.
Luis
José de Madariaga.
La
Biblia a través del tiempo.
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segunda venida apocalíptica
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