viernes, 14 de noviembre de 2014

HELIOTROPISMO DIVINO


Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Col. 3: 2, 3.

En el mundo de la naturaleza algunas flores poseen una características que es digna de ser imitadas. Ciertas plantas, como el girasol por ejemplo, se orienta hacia el sol naciente por medio de un interesante fenómeno que recube el nombre de Heliotropismo, y sigue exactamente la trayectoria del astro solar hasta el último momento del día.

El mundo de la naturaleza nos enseña una lección. Las mentes de los hombres modernos giran en un torbellino de confusión para buscar todo lo que hay debajo del sol. Los seres humanos, como hormigas enloquecidas, pululan incesantemente sobre el globo terráqueo ocupados en asuntos sin importancia

Se observa por todas las partes miremos donde miremos una irresistible atracción por vivir la vida alegre, los bares y los restaurantes bien sea en las carreteras o en los grandes parque, están llenos de gente que quiere olvidarse de las preocupaciones del presente. Ponen la mirada en lo terrenal, no tienen otro aliciente, hablo bajo la perspectiva del no creyente.
Si los hombre pueden enamorarse de las rocosas, o de las grandes praderas, y de los montes alpinos, incluso de los picos de Europa, a tal punto que dejan todo lo que tiene y se van a vivir cerca de estos hermosos lugares. ¿Cuanto más amor debería inspirar a los cristianos el hacer la voluntad de su Padre celestial?

El heliotropismo divino produce resultados para la eternidad. Para disfrutar de esta experiencia, es indispensable tener ideales bien definidos, cortar las amarras del mundo y vigilar
 
cuidadosamente las avenidas del alma. Para elevar el rostro hacia el Sol de Justicia desde la mañana hasta el atardecer es necesario ejercer constante cuidado y orar por las cosas espirituales, no dejéis lo que puedas hacer hoy, para mañana.

Cuando aún era adolescente, Jesús definió su heliotropismo divino al decir: “¿No sabéis que en los negocios de mi Padre me es necesario estar”? (Luc.2:49). Donde sta el tesoro de una persona, allí estará su corazón. Esta es la pregunta que debe hacer cada creyente a los que procuran apartarlos de la vida cristiana. En el juicio, las excusas no servirán para justificar el fracaso.
El cristiano se tiene que enfrentar hoy a la lucha más feroz que el hombre pueda tener, la lucha sin valor y una buena determinación, es tan vacía como un vaso de agua, sin agua. Pongamos nuestras miras en las realidades eternas.
Maranata
Les agradezco sus oraciones, no estoy muy bien, pero por la gracia de Dios se que me recuperare de la vista. Sigan orando por mi recuperación. Que la paz de Nuestro Señor Jesucristo sea con ustedes.
Luis José de Madariaga.
La Biblia a través del tiempo.
http:// segunda venida apocalíptica

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