Guardaos de hacer
vuestra justicia delante de los hombres, para ser visto de ellos; de
otra manera no tendréis recompensa de vuestro padre que está en los
cielos.
Cuando, pues, des limosna, no hagáis tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, ara ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mat. 6:1,2.
Cuando, pues, des limosna, no hagáis tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, ara ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mat. 6:1,2.
Después de ocuparse
de las verdadera justicia (cap 5), Jesus pasa ahora a ocuparse de la
aplicación práctica de la justicia a los deberes del ciudadano del
reino de los cielos. (cap. 6). Los cristianos deben evitar hacer
alardes de sus actos de culto y de caridad.
Mediante tres ejemplos.
-actos caritativos (ver, 2-4), Oraciones (ver. 5-8) y ayuno (ver.
16-18-, Jesús contrasta algunas prácticas conocidas entre los
judíos con los excelsos ideales del reino de los cielos (ver, Mat.
5:22; Mar. 2:21-22).
Cristo fue el mayor
educador social que existió. Sus discípulos, sentados a sus pies,
aprendieron las verdades más profundas. Tal vez la mejor de su
clase fue la que se conoce como el sermón del monte.
El aula ocupaba toda
la ladera de la montaña. Había miles de alumnos que escuchaban
atentamente las lecciones del Maestro. Esta lección fue breve ya que
duro un día, pero fue un día intenso. Los alumnos era de diferentes
clases sociales, pero todos fueron para aprender y no perder el
tiempo, ya que del resultado del aprendizaje iba a depender su vida
en el futuro.
La justicia a la que
se refería Cristo es la justicia de la “piedad” “Y a
cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él
dos” (Mat. 5:41). Lo cierto que los judíos y extranjeros no
comprendieron o casi nada el valor de este consejo.
Cristo como
Gran Maestro dio un
curso acelerado de leyes al decir: “Y al que quiera poner pleito y quitare la túnica, déjale
también la capa” (ver, 40)
¡Cuántos juicios se evitarían si la gente aceptara y comprendiera
los principios legales que Jesús enseño! Nos ofendemos rápidamente
con nuestro semejante, para ponerle pleito, pero que poco sabemos del
amor de Cristo.
Otro aspecto de esta
materia se encuentra en los versos 31 y 32: “También fue dicho:
Cualquiera que repudie a su mujer, déle carta de divorcio.
[En
Israel era fácil repudiar a una mujer por cualquier motivo] Pero yo
os digo que el que repudia a su mujer a no ser por causa de
fornicación, (adulterio), hace que ella adultere; y el que se casa
con la repudiada, comete adulterio. (en este caso en aquella época
solo a tañaba a las mujeres, pero en el siglo XXII atañe a los
hombre)
Los jueces estarían
más tranquilos si aplicaran los consejos de Cristo, no se puede
repudiar a un hombre o mujer simplemente por que el amor ya no
existe, hoy diríamos incompatibilidad de caracteres.
Ami juicio,
que llevo 46 años de casado con una mujer maravillosa y buena madre,
y ese eufemismo tanto machista como feminista no debe estar en la
mente de un cristiano genuino. Cierto es que una cosa es decirlo y
otra pasarlo, pero como dice el apóstol Pablo: Pues tú, hijo mío,
esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús (2º Tim. 2:1)
Cualquiera que sea
nuestra formación intelectual, podemos ingresar ahora en la Escuela
de Cristo y aprender de el. Creo que es un maravilloso privilegio
aspirar a obtener un pase para ir a la universidad Celestial donde
nos enseñara el Maestro de los Maestro la ciencia de la gracia y del
sacrificio de Cristo. “Cosa, que hoy, pocos comprendemos”.
Maranata
Les
agradezco sus oraciones, no estoy muy bien, pero por la gracia de
Dios se que me recuperare de la vista. Sigan orando por mi
recuperación. Que la paz de Nuestro Señor Jesucristo sea con
ustedes.
Luis
José de Madariaga.
La
Biblia a través del tiempo.
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segunda venida apocalíptica
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