Y mientras ellos
salían, Josafat, estando en pie, dijo: Oídme, Judá y moradores de
Jerusalén. Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros;creed
a sus profetas, y seréis prosperado. 2º Crónicas. 20:20.
Se dice que la historia se repite. Nuestro versículo nos resulta familiar, pero, ¿cuál es su contexto? ¿Esta advertencia solo era para los tiempos de Israel? Oh por lo contrario ¿Es una advertencia para el pueblo remanente?
Josafat era el cuarto rey de Judá, después de una gran victoria, el rey dice esta frase: “Somos completamente incapaces y estamos a merced de nuestros enemigos (sean físicos o espirituales) a menos que tú vengas (Dios) en nuestra ayuda; no sabemos hacia dónde volvernos en procurar de socorro, pero nos volvemos a ti” (ver Sal.25:15; 123:2; 141:8).
El rey quería depender totalmente de Dios, quería que su pueblo dependiese de su Dios. Si Dios se identifico con su pueblo ¿como no lo va hacer ahora? Em 2º Crónicas 17:4 Josafat “busco al Dios de sus padres, y anduvo en sus mandamientos, y no siguió las obras de Israel”.
No se dejó seducir
por los planes perversos de un vasto sector de la nación, ni tampoco
permitió que extranjeros como los egipcios o los filisteos
influyeran en el. Siguió el camino que le pareció era la voluntad
de Dios.
Pero que triste es
que muchos de su pueblo (Israel espiritual) no siguen los consejos de
este gran rey.
Hombre de talentos, hasta los hombres más humilde siguen los pasos del Israel antiguo. No creen en sus profetas, y así con sus ideas arrastran a otros más dediles. Las grandes batallas, no importa la cuantía del enemigo, ni lo fuerte que sea el adversario. En vez de confiar en nuestras fuerzas, el cristiano tiene que ponerse en manos de su general. Dios nos dice: “No temáis ni os amedrentéis delante de esa multitud. . . Paraos estad quietos, y ved la salvación de
Jehová con vosotros hoy” Que promesa, la salvación viene de Dios, no depende de tus fuerzas o talentos.
Hombre de talentos, hasta los hombres más humilde siguen los pasos del Israel antiguo. No creen en sus profetas, y así con sus ideas arrastran a otros más dediles. Las grandes batallas, no importa la cuantía del enemigo, ni lo fuerte que sea el adversario. En vez de confiar en nuestras fuerzas, el cristiano tiene que ponerse en manos de su general. Dios nos dice: “No temáis ni os amedrentéis delante de esa multitud. . . Paraos estad quietos, y ved la salvación de
Jehová con vosotros hoy” Que promesa, la salvación viene de Dios, no depende de tus fuerzas o talentos.
Al amanecer de tu vida, veras que tu Dios al cual sirves, te ha librado de la gran batalla, entonces tu voz temblorosa y con lagrimas en tus pupilas alabaras y honraras a tu Dios.
La iglesia esta llenas de pequeños diamantes, otros son esmeraldas, pero todos hacen que la iglesia ascienda como olor suave hacia el Santuario y el trono de Dios.
Promesa.
“Necesitamos confiar en Jesús diariamente, a cada hora. Nos ha
prometido que según sea el día, será nuestras fuerzas. Por su
gracia podremos soportar todas las cargas del momento presente y
cumplir sus deberes”. (2ºJT.59).
Maranata
Les
agradezco sus oraciones, no estoy muy bien, pero por la gracia de
Dios se que me recuperare de la vista. Sigan orando por mi
recuperación. Que la paz de Nuestro Señor Jesucristo
sea
con ustedes.
Luis
José de Madariaga.
La
Biblia a través del tiempo.
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segunda venida apocalíptica
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