lunes, 17 de noviembre de 2014

REVESTIDOS DE LA ARMADURA.


Pues de justicia se vistió como de gloria (coraza), con yelmo de salvación en su cabeza; y se puso las ropas de venganza por vestidura, y se cubrió de celo como de manto.(versión R,V.) Isaías 59:17. Se puso la justicia como coraza y el casco de salvación en su cabeza. Se puso como túnica vestidos de venganza y se vistió el celo como un manto (Isa. 59:17 Versión B.J.).


Este oráculo en prosa anuncia la perennidad de la alianza de Jehová con Israel en el pasado, pero para el Israel espiritual,señala la difusión del Espíritu Santo y la actividad profética en todo los tiempos cf. 40: 7-8; 51:16; 61:1; Jer. 1:9.

Isaías describe a Cristo como un guerrero armado que entra en lucha por la salvación del hombre. El conflicto es real, se trata de una guerra, pero el conflicto no se riñe con armas carnales. La armadura es de Dios, pues es él quien la proporciona cada parte que la compone (Efe. 6:14-17).
Se nos pide que nos vistamos con ella y luchemos valientemente en la batalla de esta vida. El que preparó la armadura garantiza su eficacia. El cristiano nunca comprenderemos hasta que estemos en el reino de nuestro Dios, la batalla que entabla los ángeles por cada alma que acepta seguir a Cristo, es una batalla
que definirá el nuestro destino hacia la eternidad.

Pablo afirma que la lucha es contra espíritus y poderes muy superiores a los hombres en inteligencia y en pervertida astucia;
las fuerzas satánicas que están preparada para la lucha.

La filosofía falsa sostiene que los deseos reprimidos produce ansiedad, lo cual sería perjudicial. Es verdad que en el interior del ser humano se libra un batalla interminable entre los deseos y el deber. Pero la solución del conflicto no consiste en bajar las normas y acceder a los deseos, y abandonarse a si mismo.

En mis 46 años de cristianismo, e experimentado bajadas y subidas, y reconozco que creyentes “cristianos” que se creían fuertes en la fe, dejaron la fe, porque cedieron a las demandas del mundo. 

Pablo nos dice que el cristiano es vulnerable en muchos puntos, y a menudo aquellos que piensan que es su punto más fuerte, ante la tentación resulta ser el más débil. (Foto. La lucha contra el yo).

Así como una cadena no es más fuerte que su eslabón más endeble, el cristiano no es más fuerte que su rasgo de carácter más deficiente. Debido a la variedad del enemigo que debe ser enfrentado y a las muchas debilidades de carácter y de la carne, únicamente será suficiente si llevamos puesta toda la armadura.

La confianza en Dios nunca priva al cristiano del privilegio de ejercer al máximo las facultades que ha recibido de Dios. Es cierto que la batalla nunca será ganada sin las armadura y el poder de Dios; pero no es menos cierto que no será ganada sin la cooperación de lo humano con lo divino.

A pesar de todos los conflictos que en mi vida e tenido, bajadas y subidas no lo cambio por nada, ya que en mis victorias e experimentado el poder de mi Dios para vencer mis debilidades y pulir mi carácter, yo digo: prosigo al blanco por la fe en Cristo Jesús. 
Pensar en esto: Nuestra ciudadanía está en el cielo, no en este mundo. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. (Fil. 4:13).
Maranata
Les agradezco sus oraciones, no estoy muy bien, pero por la gracia de Dios se que me recuperare de la vista. Sigan orando por mi recuperación. Que la paz de Nuestro Señor Jesucristo sea con ustedes.
Luis José de Madariaga.
La Biblia a través del tiempo.
http:// segunda venida apocalíptica

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