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La Biblia es un recordatorio para los que vivimos en estos tiempos angustiosos para unos y para otros que viven en la abundancia. Pero el mensaje es para los dos.
El pueblo de Dios vivió momentos angustiosos. Murió Tutmosis III, de quien Moisés había huido por el año 1450 a.C.
La muerte del Faraón no trajo alivio de la opresión sino que se hizo aún más severa. Su al trono su hijo Amenhotep II, quien demostró ser un rey cruel.
Pero Dios, fiel a su pacto con Abrahán, Isaac y Jacob. Dios se acordó de su pueblo oprimido. Cuando entró Israel era uno, José, y mas tarde salió una gran nación.
A lo largo de la historia los que más han sufrido en este mundo, fue el pueblo de Dios, y al mismo tiempo fue el más protegido.
A través de los tiempos, Dios elige a personas para librar de la esclavitud del pecado a la libertad y a la felicidad. El problema se plantea cuando no hay fe en el pueblo de Dios.
El pueblo pudo haber sido liberado antes de tiempo, pero carecían de fe. “No os suena esto” Ellos no querían soportar con paciencia su aflicciones , tenían que demostrar su fe en el Señor.
Este fue el gran problema de Israel, “la Fe en su Dios” El mismo que tenemos nosotros los cristianos hoy día.
Muchos se conforman con permanecer en la servidumbre, antes que enfrentarse a las dificultades con la ayuda de Dios. Todo lo queremos hacerlo nosotros, con nuestro poder y fuerza.
Pero Dios no hace las cosas así. Muchos Israelitas se habían corrompido y no querían salir de Egipto. Hoy la historia se repite, pero a una escala más grande que la anterior.
Cristo dijo: “Cualquiera, pues, que me confesare delante de los hombres, también yo le confesaré delante de mi Padre que está en el cielo” (Mat.10:32).
Muchos de los hijos de Dios quieren vivir en Egipto (espiritual), cómodos, sin avisar ni prepararse para la gran marcha.
El cielo nos espera, pero tenemos que hacer nuestra tarea en la tierra, y esta consiste en una reforma espiritual, por dentro y no por fuera.
Moisés fue un instrumento en manos de Dios para salvar a su pueblo. Pero usted también puede ser un instrumento de Dios.
El Señor le ha concedido sabiduría, bondad, amor,y un conocimiento de su palabra.
Él quiere que vayas a los lugares más humildes para sacar a los hombres y mujeres y llevarlos a Jesús. Podemos ser instrumentos en manos de Dios. “Todo depende de ti”.
MARANATA.
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