Porque no me envió Cristo a
bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de
palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo. 1º Corintios
1:17.
Pablo deja entre ver en este
pasaje que hay dos clase de sabiduría: La verdad sencilla y la
elocuente filosófica.
Quieren decir mucho, pero en realidad son conceptos y sabiduría humana que no llega a profundizar la verdad.
Quieren decir mucho, pero en realidad son conceptos y sabiduría humana que no llega a profundizar la verdad.
Pablo tuvo la experiencia en antenas, cuando se enfrento a los
filosofo de su época, y se convenció que la vana filosofía del
hombre esta vacía de contenido.
Los griegos estimaban mucho los
métodos sutiles y públicos que usaban en sus debates, y las
refinadas elocuencias de sus oradores.
Hoy en nuestro siglo, existe
lo mismo pero abarca michos campos de la ciencia, las artes y la
filosofía. Pablo no quería entrar en este terreno, ni siquiera
imitarlo.
El éxito del evangelio no depende de la gran elocuencia que
tenga una persona, sino de la sencillez cómo transmite el evangelio. En un cuadro lo que se admira son las pinceladas del autor y su destreza para transmitir lo que el lleva en el corazón.
Los Griegos
se sentían orgullosos de la sabiduría de Sócrates, Platón, y
Aristoteles. Pero el lenguaje de Pablo revelaba que no debemos adorar
a minerva ¡sino a Cristo!
Lo que Pablo quería y anhelaba que Cristo
fuera ensalzado y que los hombres y las mujeres fueran ganados para
Cristo. No con vana palabrería, sino el propósito de Pablo era
llevar la sencillez del evangelio tal como lo expreso Cristo.
Es muy
importante que reflexionemos en esto, porque existe nuevamente en
nuestros días la idolatría del conocimiento y la elocuencia. Hoy el
hombre se inclina ante genio y el talento.
La personalidad y el
prestigio han llegado a ser la medida del éxito. El éxito de la
predicación de la cruz no depende del poder del razonamiento humano
y el canto de una argumentación refinada, sino del impacto de su
sencilla verdad y ayudada por el poder del Espíritu Santo.
Pablo
siempre se refiere a la cruz, porque es el mensaje de la salvación
del hombre. Es el mensaje de la salvación por la fe en el Señor
Crucificado.
Muchos pastores llaman la atención por su elocuencia y
oratoria, peo no llegan al corazón de las personas. Miles se
bautizan, y miles salen, porque sus palabras solo llegan a la
superficie del corazón y no penetra.
“¡Que predicador!” en
lugar de exclamar de lo mas profundo del corazón “¡Oh que
salvador!” Pablo no quería bautizar, sino persuadir a la gente a
que se entregaran al Salvador.
esta es la misión de los que llevan
la palabra de Dios al mundo.Nuestra obre es hacer conocer la verdad o
las alegres nuevas de la salvación.
MARANATA.
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