LA DECISIÓN FINAL.

Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me distes que hiciese. Juan 17:4.

Juan escribió su evangelio a finales del siglo I, 
existían tres grandes peligros que amenazaba la vida y la pureza iglesia. El más serio era la decadencia de la piedad, otro era la herejía, y el tercero la presunción.  

Bajo este contesto Cristo dejaba a cargo de su ministerio a los apóstoles, pero antes tenia que elevar una oración a su Padre. La oración por sí mismo, la oración por los discípulos y la última por los creyentes en general. 

Toda la obre que Cristo vino hacer fue glorificada en la cruz. 
Cristo fue glorificado, Pablo describe el cumplimiento de esta oración. “Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre. 

Bajo esta perspectiva el hombre tiene una oportunidad de salvación para la vida eterna. 

Pero Satanás esta implantando sus creencias de que Cristo y el Padre no existen, que el hombre a evolucionado a través del tiempo. 

Dichas ideas están cobrando fuerza en el siglo XXI. Es por eso que la oración de Cristo es muy importante no solamente para aquel tiempo, sino para todos los tiempos. 

La historia de la iglesia desde el primer siglo hasta 1521 cuando Lutero dio a conocer la verdad de la Biblia. Ya que Cristo era la esencia de las escrituras, y Él está más allá de la razón humana, misterioso e inconcebible. 

Dios detalla todas las cosas desde el principio hasta el final. La fuerza de su poder era la oración, al igual que la de Lutero. Cristo debe ser el centro de nuestro intelecto, y la oración es el arma más poderosa que posee el cristiano.

Al igual que el centro del universo es donde mora Cristo, en el tercer cielo, así el centro de la iglesia es el púlpito donde la luz debe de brillar para la congregación y para las visitas.

Podemos decir que el centro del universo es la tierra; porque fue aquí donde Cristo consumó la expulsión del pecado. Fue aquí donde de una vez para siempre vindico Dios su amor y su justicia eterna. 

Toda nuestra galaxia y los mundos que están habitados contempla el cuadro con interés las escenas finales del juicio contra el hombre y Satanás. 

La gran batalla se desarrolla en la tierra, el hombre no puede ir más allá de las estrellas (fisicamente) 
por lo tanto el hombre está destinado a ver el gran conflicto, la justicia de Dios. 

¿Cuál es tu parte y la mía en este drama central? Unirnos al Señor y Maestro en la revelación de la gloria y el carácter divino, Oh a las exigencias de Satanás. 

Este es el plan divino para la terminación de la “obra” Oración, y predicación igual a salvación eterna. ¡Depende de nosotros!

MARANATA.

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NOTIFICACION A LOS LECTORES.

Notificación: Estimados lectores de este blog. Oren por mi salud y por este proyecto Sal. 62: 7