domingo, 8 de septiembre de 2019

EL GRANO DE MOSTAZA.


Si tuviese fe como un grano de mostaza, diréis a este sicómoro: Desgarrarte, y plántate en el mar; y os obedecerá. Luc. 17:6
Esta es la respuesta de Cristo a un pedido definido de parte de sus discípulos. Ellos pidieron: “Auméntanos la fe”, La fe no necesita cantidad, sino calidad. 

Una persona tiene fe o no la tiene. Una cantidad ínfima de fe es suficiente para llevar acabo tareas aparentemente imposibles Lo que importa en la fe no es tanto la cantidad sino que sea verdad con calidad y suficiente. 

Muchos pasamos pruebas de diversas dolencias, confiamos que nuestro Dios las aliviara. Pero debemos ejercer fe y persistir en las oraciones. 

La oración eficaz tiene otro elemento: la fe. “porque es preciso que el que viene a Dios, crea que existe, y que se ha constituido remunerado de los que buscan”.(Heb. 11:6). Su petición parece legítima y digna de encomio. 

Los discípulos sabían que tenían algunas fe, pero era muy escasa comparada con lo que decía su Maestro. Esto nos pasa a todos los hijos de Dios, por eso demandamos más fe a nuestro Dios. 

El problema esta en ti en mí, nosotros debemos ejercitar esa fe mínima que poseemos. 

Ellos veían a Jesús, cuando efectuaba milagros de gracia y saneamiento, que deseaba tener más. ¿Sería posible que el Maestro sencillamente ignorara su pedido? 

Así podría creerse a primera vista, porque su respuesta parece fuera a lugar. La fe capacita a los hombres para cumplir con sus deber como hijos del Dios viviente. 

Debemos notar que para Jesús le era completamente imposible aumentarles la fe sin la colaboración de ellos mismos.Cristo trato, de hacerles comprender el principio básico del desarrollo de la fe mediante una sencilla ilustración de cómo ésta aumenta. 

La comparación es la de un grano de mostaza. ¿Por qué no la comparo con un grano de arena?Muy sencillo la arena está muerta, y no crece. 

Cristo escoge la semilla de mostaza porque representa una planta que ofrece un gran contraste en el espacio más corto de tiempo, entre el tamaño de la semilla y el de la planta natural. 

La semilla de mostaza, del tamaño de una cabeza de alfiler, se convierte en una frondosa planta 

La paradoja de este siglo es que vivimos en la misma situación que la de los apóstoles. Clamaremos: 

“Señor, auméntanos la fe”, Y a nosotros nos responde sencillamente: “Vuestra fe no es siquiera como un grano de mostaza. 

Pero si colaboramos con nuestro Maestro y Señor nuestra fe será robusta y fuerte, no olvidemos a las vírgenes, este es un ejemplo vivo para el pueblo de Dios.Pero si colaboramos con Cristo; se desarrollara nuestra fe rápidamente.
MARANATA.
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NOTIFICACION A LOS LECTORES.
Notificación: Estimados lectores de este blog. Estimados lectores de este blog. Por mi salud y por este proyecto Sal. 62:7.

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