EL DIOS DINERO.

Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá a uno y amara al otro,. O se llegará a uno y menospreciará al otro. No podemos servir a Dios y a Mamón. Mate.6:24.

No se puede servir a dos personas cuyo caracteres e intereses son diferentes. No es posible “servir a dos señores” Tenemos la historia del Cid, caballero y noble de España. 

Servia a Dios con forme a su fe, y pidió al Rey que jurarse de que no había matado a su hermano, que era por derecho rey de España. El era fiel a su creencia y a su Dios, no podía fallar a su Dios. 

La fidelidad es pagada con fidelidad. Así como no es posible enfocar la vista sobre dos cosas al mismo momento o concentrarse en dos ideas a la vez. 

El que intenta servir a Dios con el corazón dividido es inestable en todos sus caminos. Hay personas que son esclavos del dinero y son egoístas. 

El que es esclavo de Dios no está completamente sumido en sus intereses propios, sino que desea conocer y hacer la voluntad de Dios. 

Y esto nos lleva a que una religión cristiana no puede aceptar ser una influencia en el mundo cuando desvirtúa la Biblia, enseñando mandamientos de hombres. 

Si es un seguidor de Cristo debe de armonizar su vida con la Biblia, y debe controlar todas las otras influencia externa. El dios de este mundo es el “dinero” y muchos son llevados a servir al mundo. 

Creo firmemente que aunque sea factible “servir a dos señores” cuyo caracteres e intereses son los mismos, no es posible cuando discrepan sus caracteres e intereses. 

No podemos ser neutral, el cristiano debe de servir a Dios y a sus intereses. El hombre libre en Dios no puede tener otro amor. “no tendrás dioses ajenos delante de mí” Los intereses de Dios debe de ponerse en primer lugar. 

Dios, trabajo, familia, y amigos. La oscuridad y la luz no pueden ocupar el mismo espacio en el mismo momento. Los que ponen al mundo en primer lugar o sus intereses, son esclavos y hacen lo que ellas dictaminen. 

A lo largo de mi vida, e visto a muchos amigos y hermanos de la fe, escoger al mundo y sus placeres, antes que a Dios. 

Esto nos lleva que esas personas querían servir a Dios y al mundo al mismo tiempo. 

Y restringe su servicio a Dios, y sufren su conciencia por servir al mundo y su dinero. El consejo que nos da Dios “no os afanéis” servirme con lealtad y abriré los cielos para que seáis ricamente bendecidos. 

Alguien dijo: “Tengo demasiada religión para estar contento en una discoteca, y no la suficiente para estar en una reunión de oración”. 

Hay muchos que tratan de hacer lo imposible: para servir a Dios y al dinero. ¿De ti depende?

MARANATA.

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