LO QUE FUE Y LO QUE ES.

Te ruego por mi hijo Onésimo, a quien engendré en mis prisiones, el cual en otro tiempo te fue inútil, pero ahora a ti y a mí nos es útil, el cual vuelvo a enviarte; tú pues, recíbele como a mí mismo Filemón 1:10-11.

Lo primero que debemos de discernir entre los cristianos es la frase “útil” En el texto griego se destaca la delicadeza de Pablo cuando se dirige a Filemón, hombre rico con una hacienda donde tenía esclavos para sus campos. 

Filemón abrazó el cristianismo y Pablo sabía que era un hombre sincero y que trataba bien a los que trabajaban con el. 

Onésimo, era un esclavo que se rebeló contra su amo, por una mala conducta, la desobediencia y posiblemente la falta de honradez. 

Según las leyes romanas, el esclavo debía de morir crucificado. Por otra parte vemos a Filemón que no denunció a las autoridades de la huida de su esclavo y de su honradez. 

Pablo destaca un adjetivo posesivo que es muy adecuado para destacar el vínculo afectuoso que había entre él y Onésimo: “mi hijo”. 

De esta manera Pablo apela al corazón de Filemón como hijo de Dios, y apela a su amor por Cristo para que le perdone.

 Pablo nos da una lección de humildad a cada cristiano, cuando vio que Onésimo se convirtió y aceptó a Cristo como su Salvador. 

Hubo una conexión de amistad y sinceridad entre Pablo y Onésimo. Debido a la alta estima en que Filemón tenía a Pablo, estaría dispuesto hacer todo lo posible como hijo de Dios para perdonar a Onésimo. 

En la vida tenemos situaciones muy tensas entre los hermanos en Cristo. Si realmente somos hijos de Dios, el perdón y el olvido se debería de manifestarse en el creyente. 

Por otra parte cuando Onésimo aceptó a Cristo como su Señor, se convirtió en un hombre libre. 

No sabemos como conoció Pablo a Onésimo, los caminos de Dios son inescrutables, pero para Pablo era su hijo espiritual. Pablo reconoce que hubo un gran cambio en Onésimo, y que era útil en su ministerio. 

Pero surge un nuevo conflicto en su alma. ¿Qué sucedería con su relación con Filemón? ¿Qué pasaría con el dinero que le había robado?         (Foto de JW. Ore).

          

Onésimo busco el consejo de Pablo, y este le ordenó que fuera a ver Filemón y le pidiese perdón. 

Filemón ya le había perdonado, pues no lo denunció a las autoridades de Roma; pero Onésimo tenía que demostrar un arrepentimiento sincero. 

Como cristiano fue hasta su amo y le pidió perdón. Esto encierra una gran lección para el pueblo de Dios, pero una de las más notables es que Dios cambia a los hombres.                                                                    

 Había cambiado a Pablo de perseguidor, en ministro del evangelio. Había cambiado a Filemón de pagano en dirigente laico de una iglesia. 

Te a cambiado a ti y ami en instrumentos de Dios para salvar almas, Esa es la gracia Divina.

MARANATA.

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