El mensaje del señor.

¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron. Hebr. 2:3-4.

Foto de Noticias del Tiempo.

La Epístola a los hebreos fue escrita alrededor del año 35/6. Después de Jesucristo. La primera iglesia fue ardiente en esparcir la semilla que fue introducida en sus corazones. 

Con el emperador Teodosio I, la iglesia se unió con el estado formando un núcleo que se rompería con Napoleón. 

Se abolió el paganismo, pero se introdujo en la iglesia, sólo hubo un cambio de imagen. Pero la palabra de Dios fue dada por hombres que sellaron su vida con la muerte. 

entro de este contexto, aún había hombres y mujeres que transmitían su fe y el legado que Cristo les dio. Con el paso del tiempo las tinieblas oscureció Europa. 

Llegó la era de las persecuciones, cientos de Biblias fueron quemadas, y muchos fueron a las hogueras. Pero la palabra de Dios seguía esparciéndose por Europa. 

La que gozaba con más libertad era Holanda y los países bajos, Suecia y Noruega. Tales persecuciones por el hecho de leer la Biblia, no fue acallada. 

Llegó a ser necesario amonestar a la gente acerca del peligro de perder el gran mensaje de la salvación. Esto se hizo recordando les la abrumadora evidencias de la integridad de las Escrituras. 

Muchos la sellaron en las hogueras, otros en los calabozos y otros en las galeras. La enseñanza de Jesús impartidas durante su ministerio constituyeron la fuente del Evangelio: su sermones, sus parábolas, sus entrevistas, sus dichos. 

Esta fuente de verdad era incontrovertible. Ninguna cosa como esta había ocurrido en la historia de este mundo. 

En esta enseñanza, Jesús explicó a Dios, a sí mismo, su expiación, su iglesia y su preocupación por el mundo; y esa explicación fueron claras. 

Cierto es, que en el camino muchas vidas testificaron por su Señor. Y este es nuestro legado, que cada uno de nosotros, con los dones que Dios nos ha dado, prediquemos la segunda venida de nuestro Señor.                      Foto de Unsplash

Los primeros cristianos del siglo 1º lo sellaron con sus vidas. En el siglo XV al XVII mucho lo sellaron con sus vidas, no tuvieron miedo al futuro. Como una espada de doble filo cortaron la idolatría que había en Europa. 

En conformidad con lo que dice el profeta se iba a ver en aquel tiempo, poco antes de 1798, que un poder de origen satánico se levantaría en Francia (CS.p. 312 en español).

Y hoy estando a las puertas de la venida de Nuestro Señor, debemos de esforzarnos en decir la verdad sobre el Santuario y sobre el Sábado.

 Y hoy disponemos de una evidencia aún más convincente que ellos tenían. ¿Cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande?

MARANATA.

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