LA GRAN MILLA.

Y cualquiera que te obligue una milla, ve con él dos. Mateo 5:41

Este texto tiene dos vertientes, la primera alude a los correos de Roma que llevaban las noticias a las unidades del imperio. Epicteto (iv. 1. 79). 

La segunda alude a los griegos cuando llevaban sus mensajes corriendo. La tercera. “Si hay una requisa y un soldado te toma prestado el caballo, déjalo ir. 

No te resista ni te quejes, porque de lo contrario te apalearán y al final, perderás el caballo. 

En este contexto notamos que Jesús se refería a casos tales como cuando un soldado romano le exigía a un civil judío que llevará su carga (su equipaje), durante una milla, como lo mandaba la ley (cf. Luc.3:14). 

El cristiano debería prestar un servicio doble del exigido por la ley, y debería hacerlo alegría. 

¿Quien de ustedes no ha hechos auto Stop? En cierta ocasión os conté como después de una experiencia con Dios en Badajoz, (España) que duró seis horas, salí a la carretera para hacer auto Stop. 

En oración le pedí a Dios que el primer coche que pasase que no me pare; más el segundo que pasare que me cogiese y me llevase a Badajoz. 

Después de pasar el día anterior, caminando unos 50 Km. A plenos sol, ese día ocurrió el milagro. No había pasado cinco minutos, cuando a lo lejos vi que se acercaba un coche. 

Le hice la señal para que pasase, paso delante de mi como una bala. Unos minutos después, vi a lo lejos un coche que se acercaba, le indique que parase y así lo hizo. 

Con toda sinceridad, y el Señor lo sabe, no pude ver su cara, ¡Eso si! El vestía todo de negro. Yo por lo menos, por más vuelta que le doy a mi mente, no vi su rostro.

 Me pase hora y media orando en el coche dando gracias a Dios. Y antes de llegar a Badajoz, me dijo que se desviaba de camino y me dejo en el cruce. 

Este hombre me llevó más de treinta milla. Milagros hay siempre, Dios interviene cuando somos sinceros, y nos ponemos en sus manos. 

Cristo nos dice: “¡Lleva mi carga¡” si el judío tenía que obedecer, según la ley, por una milla, que no más nosotros. 

Para un judío esto era una maldición, más si este era romano. 

El cristiano está inmerso en llevar esta segunda milla en la vida, ya que la primera es una obligación. 

Este hombre (oh Ángel) me llevó muchas millas, nosotros como cristianos, tenemos que ayudar a otros, a llevarlo a Cristo y recorrer con el dos millas. 

Si andamos con Jesús no solamente andaremos dos millas, sino que andaremos hasta que Cristo aparezca en las nubes y volvamos a nuestro hogar.

MARANATA.

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