Sea vuestras costumbres sin avaricia; contentos en lo que tenéis; porque Él dijo: No te dejaré ni te desamparare. Hebreos 13:5
En este texto nos encontramos con algunas variantes, que debemos estar atentos en nuestra vida. 1º la avaricia del ser humano, 2º estar contento con lo que Dios te da, y la tercera Dios no te abandonara si eres fiel en todo.
Nuestra “actitud”, nuestra “costumbre”, “conducta”, y nuestro “carácter”.Cualidades que el cristiano debe de desarrollar en la vida.
Son cualidades indispensable si queremos estar con Jesús. Debemos de desarrollar nuestro carácter en la tierra, y en la tierra nueva seguirá el desarrollo de nuestro carácter.
Y tenemos un ejemplo de Pablo, (Fil. 4:11; 1º Tim.6:6). Si los seres humanos tan sólo pudieran aprender a estar contentos con lo que tienen y no codiciar lo demás, automáticamente se resolvería la mayoría de los problemas que azotan a la raza humana.
En cuanto a la forma en que el cristiano debe considerar las cosas materiales. (ver. Mat. 6:19-34). Por otro lado Dios nos da una de las promesas más hermosa para el cristiano.
Esta promesa satisface una de las necesidades más intensas del hombre: La necesidad de tener a Cristo como compañero.
El texto de Hebreos se repite en la promesa que Dios hizo a Israel: Esforzaos y sed valientes; no temáis, ni tengáis miedo de ellos; porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará ni te desamparará. Ver, 8 Y Jehová es el que va delante de ti;
Él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas, ni desmayes. Deut. 31:6, 8. Es una de las promesas que más me gusta.
Hay muchos cristianos que están solos, parejas que empieza sus andanzas en el matrimonio, que empieza su vida en la soledad de un mundo lleno de maldad.
En una ciudad demasiado grande, y se siente solos. Ancianos en la soledad de una residencia. Jóvenes que empieza su caminar y creen que lo saben todo, y cae en malas compañías.La soledad se hace pesada, inquieta, y uno comete grandes errores en la vida que más tarde se arrepiente cuando no hay solución.
Cuando todo esto sucede, viene una experiencia religiosa y contribuye a resolver el problema de la soledad. Tenemos muchos ejemplos en la Biblia, José en Egipto, Daniel y sus amigos.
Ninguno de ellos fueron abandonados por Dios. Él Señor cuando hace una promesa la cumple, siempre cuando nos acerquemos a él.
El que es sensible a la presencia y que sabe cómo hablar con Jesús, tendrá la respuesta que busca y su protección estará segura contigo.
MARANATA.
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