TU ERES DIOS QUE VE.

Entonces llamó el nombre de Jehová que con ella hablaba: Tú eres Dios que ve; porque dijo:¿No he visto también aquí al que ve? Gén. 16:13

Dios nunca abandona a sus criaturas.El problema esta en nosotros, que somos quien lo abandonamos. 

Uno de los ejemplos es el caso de Agar, aunque esclava estuvo en la presencia de Dios, porque ella sabía lo que le había ocurrido a Abraham. 

Agar no era una mujer sumisa, lo vemos en sus hechos y cómo educo a su hijo. La sentencia de parte de Dios contra Ismael, es el resultado de una los celos y envidia. 

La mano de Ismael contra todos, es una exacta descripción de los árabes, muchos de los actuales, muchos de los cuales pretenden tener a Ismael como a su Padre. 

Poderosas naciones han querido conquistar Arabia y someterla, pero la mano de Dios los guardo. 

Agar estaba segura de que Dios le había hablado y que le salvo de una muerte asegurada.

Por lo tanto lo llamo “Dios que ve” porque no sólo había visto y había ido a ella en su aflicción, sino también había prometido que ella lo viera y viviera. 

¿Cuántas veces ignoramos que Dios nos ve? El Señor ve todo lo que el hombre no puede ver. Esto me recuerda a un hecho que ocurrió en un internado. 

Había un hermoso cartel en el tablón de anuncios que decía: “Somos lo que somos cuando estamos solos”. Lo que quería transmitir es que no pensaran cuando estuviesen solas. ¡Pero cuánta verdad encierra! 

Somos, en verdad, lo que somos, cuando estamos solos, cuando somos nosotros mismos, sin fingimiento o subterfugio, y libres de la caparazón en la cual podamos habernos encerrado. 

Sin ojos que nos observen, estamos solos con nuestros pensamientos, buenos o malos, aparece el YO real. 

No hay nadie al rededor nuestro, sino solamente Dios. El siempre esta allí. Dios lo ve todo, no podemos escondernos de su presencia. 

Dios puede leer hasta nuestros pensamientos. El conoce cada impulso generosos, cada noble atributo, cada sueño, y cada bondad. El conoce los celos acariciados, etc. 

Dios sabía hasta dónde iba llegar Ismael, y las consecuencias que sus actos acarrearían, a pesar de todo Dios lo bendijo. 

Quiera Dios que le permitamos moldearnos a la semejanza de su propio perfecto carácter de manera 
que podamos permanecer sinceros y puros dondequiera y con quienquiera que estemos. 

Por la historia conocemos los hechos de Ismael, el odio a su hermano Isaac. Y será Dios quien determine su futuro. 

Pero tú y yo, estamos viviendo en un mundo, donde hay que ser fieles a Dios bajo cualquier circunstancia. No olvidemos, que Dios nos ve.

MARANATA.

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Notificación: Estimados lectores de este blog. Oren por mi salud y por este proyecto Sal. 62: 7